La rama dorada (3)

 En los artículos anteriores (La rama dorada y La rama dorada (2)) hemos visto como Frazer nos cuenta los orígenes de la magia y la religión. Nos habíamos quedado en los reyes que tienen el poder de fertilizar la tierra.

Encarnación humana de los dioses

Las personas que han crecido rodeadas de monoteísmo y de esa idea de "dios creador del mundo" no entienden que para el "salvaje" el concepto de dios es diferente. En una sociedad donde todo el mundo tiene poderes sobrenaturales (puede hacer magia) los dioses son muy poco superiores a los hombres, casi en un plano de igualdad, hasta que las ideas religiosas vayan creciendo con el tiempo. Pero en este punto no hay mucha diferencia entre un dios y un hechicero poderoso, y el mago puede adquirir la reputación de ser una encarnación divina. Los hombres-dioses se revelan como tales por su sabiduría, o su don para la adivinación y la profecía. Algunos hacen milagros, es decir, una magia más rara y asombrosa que la de un simple mortal.

Un ejemplo

Los dioses pueden encarnarse en humanos de forma temporal. Mientras el espíritu toma posesión del mago su propia personalidad queda en suspenso, y todo lo que dice se toma como la voz del dios o espíritu alojado en su interior. Puede ser un oráculo. Uno de los métodos para lograr la inspiración de los dioses es chupar la sangre recién vertida de una víctima sacrificial. La otra manera es usar un árbol sagrado o planta, que a menudo tiene propiedades intoxicantes.

La persona inspirada temporalmente suele adquirir sabiduría divina, y en ocasiones poder divino. De esta creencia se pasa a las personas poseídas permanentemente por una deidad, y de que humanos poderosos se eleven a la categoría de dioses.

Cuando Demetrio Poliorcetes restauró la democracia ateniense en el 307 a. de C. los atenienses decretaron honores divinos para él y para su padre, en vida de ambos. Les hicieron altares y asignaron un sacerdote para su culto. Sigue un listado de ejemplos antiguos y recientes de personas divinizadas en vida, hasta los Lamas tibetanos.

Reyes departamentales de la Naturaleza

Frazer nos dice que la presente investigación demuestra que el rey del bosque de Nemi es uno más de los reyes-sacerdotes de la Antigüedad. ¿No podrían haber sido sus predecesores una dinastía de reyes a los que una revolución republicana arrebató el poder político, dejando solamente su función sacerdotal? Pues según Frazer esto no está nada claro, más bien parece que fuera un rey de la naturaleza y más concretamente del departamento bosques. Y pasa a ennumerar una serie de reyes departamentales: reyes de la lluvia y la tormenta, el rey del fuego y el rey del agua en Camboya... Estos últimos reyes no pueden morir de muerte natural, así que si alguna vez enferman los ancianos se reúnen y si se ponen de acuerdo en que el rey no podrá restablecerse le matan a puñaladas e incineran.

¿Pero hay algún rey del bosque?


El culto de los árboles

La Europa antigua estaba cubierta de bosques. El culto del árbol está comprobado en todas las grandes familias europeas arias (por ejemplo, los celtas y el roble). Los antiguos germanos destripaban a quien cortase la corteza de un árbol. En el Foro romano se rendía culto a la higuera sagrada de Rómulo.

Para el salvaje el mundo en general está animado, y los árboles y plantas no son una excepción. Piensa que todos tienen un alma semejante a la suya. En algunos casos sólo ciertas clases de árboles tienen espíritus que los habitan; si un leñador teme que un árbol derribado por él sea de esta clase, deberá cortar la cabeza de una gallina sobre el tocón que quedó y con la misma hacha con que taló el árbol. También se ha dado el caso de sacrificios humanos. Algunos árboles tienen sexo y son casados unos con otros.

Otras veces son las almas de los difuntos las que se cree animan a los árboles. Frazer especula que la idea de que un espíritu pueda entrar y salir de un árbol es posterior a la idea de que todo árbol tiene su propia alma. Los rituales previos a talar un árbol tienen como objeto que el espíritu salga de él.

Cuando se considera que el árbol no tiene alma propia sino que es la morada de un espíritu Frazer nos dice que se va avanzando desde el animismo al politeísmo. Después nos muestra ejemplos de árboles considerados como seres con alma que tiene poder para hacer que llueva, o que el ganado se multiplique, o las mujeres tengan partos fáciles. Y a continuación que las mismas virtudes se atribuyen a los dioses arbóreos antropomorfos o encarnados en personas vivas.

Dedica un capítulo al "palo mayo" que todavía se celebraba en regiones de Europa, y cita un texto puritano de 1583 que narra cómo "de cuarenta, sesenta o un centenar de doncellas que van al bosque esa noche, escasamente la tercera parte de ellas vuelven inmaculadas a sus casas". El árbol de mayo pagano ha sido cristianizado como Domingo de Ramos.

También en muchas celebraciones se escoge a una muchacha como "la reina de mayo", y en ocasiones un muchacho como "padre mayo". En unas fiestas se adornan con hojas y flores, y en otras se hace un muñeco. El día de San Jorge también es muy usado en países del este europeo.

Pero el tema vegetal no acaba aquí. Seguiremos con "la influencia de los sexos en la vegetación".