26 agosto 2019

Literatura: Los tres impostores, El rey amarillo

H. P. Lovecraft, ese hombre que no pasa de moda entre los aficionados al terror y lo fantástico. Otros autores, también valiosos, quizás hayan pasado un poco de moda... Pero resucita su interés si los relacionamos con Lovecraft. Así tenemos, por ejemplo, a nada menos que Arthur Machen y Robert Chambers, que inspiraron su obra.

Los tres impostores

Tengo que reconocer que este libro lo tenía pendiente desde hace años. Como mínimo desde 2011, hace ocho años. Y que las veces que había empezado a leerlo lo dejé en la segunda página, no por malo (la verdad es que tengo incontables libros a mitad de leer por los más variados motivos y casi nunca porque sean malos), pero lo dejaba con la sensación de no haber entendido casi nada. Pues lo que estamos leyendo al principio del libro no es el principio de la historia. Y créanme si les digo que eso es parte de su encanto, acabar su lectura y regresar a las primeras páginas. Así que no desesperen si el inicio les deja una sensación confusa.

La acción se desarrolla en Londres, 1895, un periodo decadente de la Historia. En sus calles se cruzarán individuos y relatos dentro de relatos en tradición similar a "Las mil y una noches", girando en torno a dos aspirantes a escritores que fuman mucho y pasean mucho en lugar de sentarse a escribir. Y una moneda de oro que el emperador Tiberio mandó acuñar "para conmemorar algún exceso infame".

Sobre la época, tengo que decir que hay algo que me preocupa de la literatura en general. El paso del tiempo afecta a las referencias que los lectores necesitan para visualizar lo descrito. Cuando nos hablan de carruajes como "simones" debemos buscar en wikipedia "Coche simón" para entenderlo mejor. ¿Qué ocurrirá con las novelas actuales en un futuro cuando nuestros descendientes no sepan interpretar las referencias a la tecnología actual y sean demasiado vagos como para informarse? ¿Cuantos lectores actuales podrán entender ciertas obras antiguas?

En fin, disculpen la digresión y mis muchas preocupaciones artísticas, y volvamos a la novela que nos ocupa. Poco puede contarse sin revelar demasiado de la trama, de quienes son los impostores y de qué relatos serán verdaderos o falsos. O quizás ninguno sea del todo falso. Mi sensación como lector era de que obviamente el título del libro habla de imposturas, pero no entendía muy bien de qué estaba tratando la historia. Hasta el final, claro.

Hay dos relatos incrustados en este libro que merecen la pena para todo aficionado al buen terror y al estilo de Lovecraft. Esa historia de la piedra negra y una raza misteriosa que también habría inspirado alguna historia de Robert E. Howard, y esa "novela del polvo blanco" cuyo valor está en sugerir una tradición de brujería realmente antigua y terrible.

Sobre el autor, si no conocen al señor Machen, les aconsejo leer sobre él en internet porque cualquier cosa que yo les cuente habrá sido escrita antes. De las obras suyas que tengo leídas esta ha sido la más entretenida. No se la pierdan si tienen ocasión.


The King In Yellow

Y pasamos al siguiente libro, el cual empecé a leer en inglés. Y les advierto de que es un inglés con bastantes giros arcaicos, complicado de seguir aunque estemos acostumbrados a leer en este idioma. Aquí cada capítulo es independiente, y sólo he leído los cuatro primeros.

Lo que une más o menos a los capítulos es la idea de un libro que trastorna la mente de sus lectores. En la primera historia el mismo narrador ha sido afectado y su relato puede no ser creíble en absoluto, o quizás ya estaba trastornado de antes. Nos habla de un Nueva York de 1920 (la novela es también de 1895) en el que el suicidio se ha legalizado y hay instalada una "cámara letal" para quien quiera usarla, y de un deforme "Reparador de reputaciones" que convence a nuestro protagonista de que hay una dinastía imperial en los EEUU, al servicio de ese Rey Amarillo del que habla el libro. Un rey tal vez extraterrestre, o asociado a las estrellas del cúmulo Híades y Aldebarán (a 65 años-luz de la Tierra).

Del libro en cuestión, más bien una obra de teatro, apenas sabremos nada. Ni del rey. El misterio les rodea y todo lo que se ha escrito después de Chambers (para juegos de rol lovecraftianos, comics, u otras novelas) suele tener poca relación con el material original. Ni siquiera se describirá qué forma tiene el Signo Amarillo.

La segunda historia trata, entre otras cosas, sobre un procedimiento químico que petrifica la materia orgánica. Es bastante poética. La tercera y la cuarta son paranoias persecutorias.

Lean bajo su responsabilidad, a ser posible una versión traducida. Pero para mi gusto personal van a disfrutar más de la obra de Machen.

19 agosto 2019

No comas carne, come insectos

Ya lo dijimos en 2013, para obligar a la gente a comer insectos en algún momento tendrán que subir el precio de la carne. Y en Alemania han encontrado una manera de hacerlo, y además convenciendo a los consumidores de que es por su bien:

Alemania debate subir el IVA a la carne para luchar contra el cambio climático

¡El cambio climático! Ya lo decíamos también hace poco en otro artículo, están utilizando lo del cambio climático para sacar tajada a nuestra costa. No tenemos un debate sobre prohibir el uso de aviones privados, o de yates privados, no. Como ellos controlan los medios el debate es si comemos mucha carne y eso provoca cambio climático. Es la excusa perfecta para todo. Que una fábrica arroja mercurio a un río, pues la culpa de que se mueran los peces es del cambio climático y tuya por gastar bolsas de plástico y provocar ese cambio climático. Bueno, espero que se entienda la comparación.

Por supuesto, si un bien va a ser más escaso, esa escasez se va a gestionar mediante el precio. De este modo la escasez sólo afectará a los pobres. Y después a todo el que no sea rico. Si ya hay una epidemia de obesidad en las rentas bajas, causada por la ingesta de alimentos de baja calidad, esperen a ver lo que nos puede traer el futuro. La solución serán los insectos.

En fin, si de verdad la carne fuera un bien escaso debería de hacerse una cartilla de racionamiento para asignar una cantidad a cada persona. Así que perdonen ustedes que no me lo tome en serio. Sí, claro que habría gente rica burlando la prohibición, pero por lo menos habría un malestar, una rabia, alguna revuelta.

Y con esto del cambio climático, y la niña del cambio climático que han escogido para manipularla desde el principio y si ella viaja en jet privado o en yate no pasa nada porque si ella va dentro eso no contamina, se están diciendo tantas tonterías que no me extrañaría ver un aumento del escepticismo en este tema. Y no será un aumento sensato y fundamentado en datos y dudas razonables y científicas, sino un negacionismo fanático.

Nos vamos a encontrar entre ese negacionismo y los que quieren usar el tema para convencernos de tonterías que no pueden hacer colar de otra forma. Un panorama bastante triste. Si de verdad creemos que hay una crisis climática eso sólo se puede solucionar planificando la economía, cargándonos el capitalismo y la "libre empresa", y no a base de parches. Si se insiste en los parches es porque no se puede hacer nada para detener ese cambio climático (porque se deba a la actividad solar, por ejemplo, y no a la acción humana) o porque no lo quieren evitar.

Artículo de 2013: Comer insectos