24 abril 2014

Posible solución al fraude de la homeopatía

Puede ser que el lector no sepa en qué consiste la homeopatía. He encontrado gente que creía que se trata de "remedios naturales". No es eso. Homeopatía es diluir una sustancia hasta que no quede nada de la sustancia, hasta que sólo quede agua, y se le añade azúcar, y se vende como si fuera una medicina, y la gente lo toma y  por efecto placebo algunas notan una leve mejoría. Lo de las plantas se llama "fitoterapia". La homeopatía es un fraude que se admite hasta en las etiquetas y prospectos:


No dejen de visitar Con Q de Química para un análisis de este prospecto.

Bueno, vamos al grano.

Si esto es un puto fraude ¿Qué podemos hacer para solucionarlo? ¿Prohibir la homeopatía? ¿Y la gente que necesita un placebo qué? ¿Es que nadie piensa en esa gente?

No se alarmen. Hay una solución para todo. Incluso para la muerte, pero esa la comentaremos otro día.

Cada pastilla de 1 gramo del medicamento cuyo prospecto hemos visto antes vale casi 1 euro. Dado que los únicos ingredientes son lactosa y sacarosa es seguro que dan mucho beneficio a la empresa.

Existe la idea errónea de que las farmacéuticas se oponen a la homeopatía, porque sólo piensan en hacer dinero y la homeopatía es guay... En realidad si a estas alturas hay alguna malvada empresa farmacéutica que no esté forrándose vendiendo homeopatía sería la excepción. Lo mismo pasa con las farmacias, saben que están vendiendo placebos y apenas queda alguna que no anuncie que vende homeopatía. Es parte del sistema, no es anti-sistema en absoluto. Y se publicita y recibe apoyo porque hay negocio.

La idea es acabar con ese negocio a base de... Genéricos producidos por el Estado.

Se trataría de usar agua del grifo, empaquetar sacarosa y lactosa, ponerle un nombre y una cajita que parezca medicinal, y venderla al precio de coste. Porque no se puede patentar un "remedio homeopático", ya que no contiene principio activo, todo el mundo puede fabricarlo sin pagar licencias.

La caja de 30 euros de marca Boiron pasa a ser una caja de 10 euros de marca Gayofaloquer. Y digo 10 porque podría valer menos, pero perdería efecto placebo si el usuario la ve demasiado barata.

La idea sería tirar los precios, arrasar con el mercado, hasta que las propias farmacéuticas vean que:

1- Ya no venden sus productos homeopáticos.
2- Les entre miedo de que por culpa del uso de la homeopatía la gente deje de comprar las medicinas que curan de verdad y que ellas también venden. Bueno, las únicas que venden ya.
3- En vez de gastarse dinero en promover la pseudociencia porque les sale más barato vender sacarinas, lo gasten en informar a la gente sobre que la homeopatía ha sido un fraude desde el principio.

Para que este plan funcione habría que poner a una persona honrada y bien informada en el Ministerio de Sanidad. Es la pega que tiene. ¿Y al final cómo quedaría la cosa, bien o como al principio? Pues no lo sé, pero todo lo que sea tocar los huevos a las empresas que se lucran veniendo sacarinas será una buena obra que tendrá su recompensa en una próxima reencarnación.

21 abril 2014

El hérulo Odoacro

Menudo título. Bueno, Odoacro fue el hombre que depuso al último emperador romano de occidente en el año 476, lo que se suele fechar como caída del Imperio aunque la parte oriental seguía existiendo. Y se dice que formaba parte de la tribu de los hérulos.

Los hérulos

Según Procopio de Cesarea, la tribu de los hérulos habitaba más allá del Danubio desde tiempo inmemorial y practicaban el paganismo y los sacrificios humanos. No se les permitía vivir cuando se hacían viejos o caían enfermos, le daban pronto a la eutanasia del siguiente modo: sus familiares apilaban leña para una pira, él se sentaba encima de los maderos, y un hérulo que no fuera de su familia lo ejecutaba con una espada corta. Después prendían fuego a la pira, y enterraban los huesos.

Asimismo, si un hombre casado moría y su viuda quería ser tenida por virtuosa y deseaba dejar un buen nombre tras de sí, ella debía ahorcarse cerca de la tumba de su marido. Si no lo hacía está claro que la tribu le haría bullying o mobbing o como se diga ahora. Por lo demás, Procopio los describe como dados a la codicia, violentos, y desleales, practican uniones contra natura (especialmente de hombres con asnos) y son los más aborrecibles de todos los seres humanos, unos canallas abandonados a su suerte.

Odoacro

Y tras esta amena introducción señalar que no está demostrado que Odoacro fuese hérulo. Su padre se llamaba Edeco, al igual que uno de los secuaces de Atila, y según algunos autores se trataría del mismo Edeco. Como en esa época había mucho mestizaje, los hunos luchaban junto a germanos, y se usaban nombres latinos o germanos por parte de gente que no era latina o germana, quizás un huno y un hérulo podían haber compartido el nombre de pila.

De lo poco que sabemos cierto de Odoacro es que sentó plaza de voluntario en la guardia del emperador romano. Cuando los mercenarios bárbaros se rebelaron eligieron a Odoacro como su líder. En aquella época varios generales bárbaros habían gobernado el imperio en la sombra, pero sentando a un títere romano en el trono. Tras eliminar a Orestes y hacer abdicar al hijo de este, Rómulo Agústulo, Odoacro no se molestó en buscar un títere y gobernó directamente.

En el 480, tras el asesinato del aspirante Julio Nepote, el emperador de oriente Zenón nombró a Odoacro patricio y le encargó gobernar Italia en su nombre. Todo podía haber quedado así, con un ejército de mercenarios haciendo como que gobernaban Italia en nombre del emperador, pero las cosas se liaron y en 488 el emperador encargó a otro bárbaro, el rey ostrogodo Teodorico, que invadiese Italia en su nombre.

En 493 Odoacro ya se había dado por vencido. Se cuenta que Teodorico lo invitó a un banquete tras firmar la paz, y que durante ese banquete Odoacro fue asesinado, bien por mano del propio Teodorico o de alguien que seguía sus órdenes.

11 abril 2014

El uso de las armas, de Iain M. Banks


"Obra maestra de la ciencia-ficción", votada la mejor novela del género que no ha sido llevada al cine pero que deberían hacer película... Bueno, no exageremos. Sería más complicada de llevar al cine que "Memento", por poner un ejemplo.

"El uso de las armas" es la tercera novela de la saga de la Cultura. Contada en capítulos alternos, en los que unos son una historia continuada y los intercalados son un flashback que va retrocediendo cada vez más en la historia del protagonista, Cheradenine Zakalwe. Un guerrero nacido fuera de la Cultura, habituado a un nicho marcial en sociedades primitivas (más o menos equivalentes a los siglos XIX y XX de la Tierra), y con fobia a las sillas.

La novela es un poco compleja. Las guerras en que participa Zakalwe son esbozos incompletos para el lector, donde este suele aparecer in media res. De alguna manera aparece en planetas que no son el suyo, habla el idioma local, consigue que lo nombren general, y se dedica a luchar por un bando siguiendo órdenes de Circunstancias Especiales, la sección de espionaje de la Cultura. La Cultura es una sociedad hedonista que no produce guerreros, y si tiene un conflicto utiliza máquinas o contrata agentes extranjeros.


Por alguna razón la galaxia está llena de humanos, lo que facilita las cosas. No se ofrece explicación, pero parece que en un buen número de planetas ha evolucionado la vida de forma independiente hasta producir equivalentes a los humanos (con pequeñas diferencias). Y además multitud de especies alienígenas.

Zakalwe es rescatado y reclutado por la Cultura. Tiene algo especial que les interesa, está dispuesto a triunfar a cualquier precio. El pago por sus servicios es, aparte del dinero (algo que no es necesario en la economía comunista de la Cultura, pero le gusta viajar) la juventud eterna (si puede morir en cualquier momento sería tontería añadir la vejez a sus miserias) y volver a reunirse con su hermana. La agente Diziet Sma y el drone Skaffen-Amtiskaw coordinan sus misiones. Dizzy rechaza los avances sexuales de Zakalwe porque intuye que tiene algo que no cuadra en su cabeza.

El punto fuerte de la novela es la construcción del personaje principal. Es difícil encontrar críticas que no revelen detalles vitales de la trama, así que recomiendo no leerlas antes de leer la novela. Después encontraréis muchas discusiones sobre si el final es bueno o malo, si debilita la trama o al contrario hace que todo encaje. Yo creo que todo encaja, todo está calculado, y el autor ha pasado su tiempo rehaciendo la trama de delante atrás y de atrás hacia delante. ¿Por qué una silla? Todo tiene su explicación. Quizás haya que releer un par de veces esta tragedia griega para valorarla. Los capítulos parecen momentos tomados al azar, ¿Zakalwe intentando escribir poesía?, pero tienen su razón de ser y sólo se entiende al final. Requiere un esfuerzo por parte del lector que no todos desean realizar.

Por lo demás, la presencia de la Cultura en la novela no es central y el autor no la tenía del todo desarrollada cuando escribió el primer borrador. Sólo son una buena gente que emplea al protagonista, aunque a veces le dicen que su misión es hacer que gane un bando mientras que ellos quieren que ese bando pierda. Cosas de la política interplanetaria. El uso de las armas.



En resumen, ¿la recomiendo o no? Pues para las personas sensibles no, para el resto sí. Para lectores de best-sellers lineales no, para gente que lea cosas más complejas sí. Tal vez usted la lea y no le cuadre lo que ocurre con este personaje. Es un riesgo. Tal vez Banks no sea un maestro creando personajes "tridimensionales", pero le ha salido uno bastante trágico. Reconozco que me han gustado más "Excesión" y "A barlovento" que esta o "Pensad en Flebas".

Otras novelas de la Cultura comentadas en este blog:

Pensad en Flebas

Excession

Look to Windward (A barlovento)

El jugador

Materia

08 abril 2014

Pensad en Flebas, de Iain M. Banks



1987. Esta es la primera novela de la saga de "la Cultura", esa utopía anarquista super-tecnológica, pero su protagonista es un enemigo de la Cultura: Horza el cambiante, de una raza cambia-formas creada como armas milenios atrás. Está en contra de que las máquinas dirijan la sociedad. En la Cultura las Inteligencias Artificiales se encargan de todas las labores y los humanos se dedican al hedonismo. Una vida de placer sin lucha por la supervivencia es para Horza un callejón sin salida evolutivo, y la hegemonía de la Cultura sería el primer paso hacia la extinción de la vida biológica en la Galaxia.

Y la Cultura está en guerra contra los idiranos, unos seres de tres piernas y casi tres metros de altura, más inteligentes que los humanos, que no envejecen, los monstruos más peligrosos de un planeta lleno de monstruos. Con una religión de estricto cumplimiento frente al ateísmo de la Cultura, y que nunca se pondrían en manos de máquinas. Para Horza, los idiranos están del lado de la vida.

Pro-vida galáctico

Pero por desgracia el conflicto filosófico entre idiranos y culturanos apenas está presente en la novela. De la religión idirana tampoco se dan muchas pistas, sólo un momento en el que dicen que sólo los cuasi-inmortales idiranos tienen alma (son el pueblo elegido) y que los humanos pueden participar del culto aunque no crean porque lo que importa es el ritual antes que la creencia.

La novela en realidad trata de una misión que Horza realiza durante la guerra, y va de un lado para otro, y se encuentra gentes y sitios, y le pasan cosas. Y en mi opinión se hace pesada. En cierto momento hay una escena de acción en que una nave atraviesa las paredes de una nave mucho mayor, y se hace muy larga, muy larga... No me gustó lo suficiente, excepto en su parte final. Tiene ideas interesantes que no se desarrollan, partes ligeramente absurdas (como la del juego en que se usan ondas empáticas), personajes poco memorables excepto tal vez el protagonista y su némesis (la agente de la Cultura, Perosteck Balveda) porque el resto están de comparsas. Creo que algunas partes intentan ser parodia del cine de acción, o de la novela de ciencia-ficción de los 80.

Incluso la parte final parece una reflexión sobre el género bélico, de cómo se nos suele presentar una aventura en la que las acciones de un héroe o un pequeño grupo de anti-héroes pueden inclinar la balanza de un conflicto cósmico en su favor (pensemos en Star Wars, por apuntar al género del space-opera), lo cual resulta francamente poco realista. Por lo menos en esta novela se desmonta ese cliché.

¿La recomendaría? Pues no sé, no se suele recomendar como introducción a la saga. Yo tampoco lo haré. De momento es la que me parece más floja, a pesar del planteamiento tan sugerente. Pero va a convertirse en serie de TV.

Otras novelas de la Cultura comentadas en este blog:

Look to Windward

Excession

El uso de las armas 

El jugador

Materia