27 octubre 2018

La rama dorada (20)

El mito de Bálder

Una deidad cuya vida no estaba en el cielo ni en la tierra, sino entre ambos, era el nórdico Bálder, hijo de Odín. Su historia es conocida: El dios tuvo una pesadilla que presagiaba su muerte y los dioses pidieron a todas las cosas que no hicieran daño a Bálder, el cual se consideró invulnerable a partir de entonces. Siendo como son estos vikingos se divirtieron a base de lanzarle flechas, piedras, tajos de hacha, etcétera, aprovechando que nada podía dañarle. Sólo Loki estaba descontento y disfrazado de anciana sonsacó a la diosa Freya si todas las cosas habían hecho el juramento o tal vez faltaba alguna, y ella le contó que la planta de muérdago le pareció demasiado joven para jurar. Loki engañó al dios ciego Hother para que guiado por su voz le atacase con una rama de muérdago, la cual atravesó a Bálder y lo mató. La mujer de Bálder murió poco después y los dioses incineraron a ambos juntos.

Frazer cree que esta historia tiene relación con los sacrificios del rey sagrado, y que los dos incidentes principales son el arrancamiento del muérdago y la muerte y quema del dios. Así pues, se dispone a repasar los festivales anuales del fuego.

Festivales ígnicos en Europa

Estos rituales ya eran tenido por paganos por los sínodos cristianos del siglo VIII. No es raro que en estos festivales se quemen efigies o se finja quemar a una persona viva, y Frazer ve aquí huellas de sacrificios humanos.

Existen festivales del fuego en varias épocas del año. Por ejemplo, los de primavera recaen usualmente en el primer domingo de Cuaresma. Así es en Bélgica, norte de Francia y partes de Alemania. Se hacen hogueras para que la aldea esté libre de incendios. Si el río está helado se encienden hogueras sobre el hielo. El objetivo es protegerse de la enfermedad o expulsar plagas de la cosecha.

Las hogueras se saltan, se baila alrededor de ellas, en algún lugar era costumbre asar un gato. A menudo las parejas recién casadas son encargadas de encenderlas. En Auvernia se canta a un tal "granno" que podría ser el dios céltico Grannus. En Luxemburgo se quema la figura de una bruja, en otros lugares a "la abuela del invierno". Frazer vincula estas ceremonias a las de expulsión de la muerte.

Otra ocasión propicia para estos festivales es el sábado anterior al Domingo de Resurrección. En países católicos se apagan todas las luces de las iglesias y después de hace un "fuego nuevo" y se enciende el llamado cirio pascual, con el que se vuelven a encender todas las luces. En partes de Alemania se hacen hogueras y se quema una figura de Judas. En Suecia se hacen hogueras y se disparan armas de fuego para alejar a los trolls y otros espíritus malignos.

Los fuegos de Beltane

En las montañas de Escocia se encendían hogueras el 19 de mayo. La costumbre duró hasta el siglo XVIII y quedan descripciones de un ritual bastante pagano y con huellas de sacrificios humanos. Hacia el final del festejo se dividía un pastel entre los reunidos, y al que le tocaba un trozo especial se jugaba a tirarlo al fuego, o se le lanzaban cáscaras de huevo y hablaban de él como si estuviera muerto durante todo el año. Es inevitable pensar en nuestros "roscones de Reyes", aunque sean de otra época del año y Frazer no los mencione, como tampoco menciona las fallas de Valencia o las hogueras inglesas del 5 de noviembre y la quema de Guy Fawkes.

En otras regiones los fuegos se encienden el 1 o el 2 de mayo. Saltar una hoguera tres veces asegura cosechas óptimas, y pasar el ganado entre dos fuegos lo protege de la brujería.

Fuegos del solsticio estival

Aquí tenemos las hogueras de San Juan, pero es obvio que la costumbre es anterior al cristianismo. Las hogueras ayudarán al sol cuando alcanza su punto más alto. Aparte de las hogueras se habla de procesiones de antorchas por los campos y la costumbre de echar a rodar una rueda. Se reproducen las ideas de saltar las hogueras y beneficiar las cosechas o el ganado que hemos visto antes. Siguen varias páginas de ejemplos.

Fuegos de la víspera de todos los santos

Los celtas tenían dos fiestas del fuego, la víspera del 1 de mayo y la víspera del 1 de noviembre, lo que ahora se llama Halloween. No concuerdan con las épocas agrícolas (siembra, cosecha) ni solares (equinoccio, solsticio) más señaladas. En todo caso son importantes para el pastoreo, para el momento de sacar al rebaño del establo o devolverlo. El 1 de noviembre sería el comienzo del año nuevo. Algunas costumbres de adivinación concuerdan con ello, puesto que se suele otear el futuro al comienzo del año. Siguen varios ejemplos de hogueras en esta festividad y alusiones a las creencias sobre brujas y muertos que visitan a los vivos.

Fuegos del solsticio invernal

El momento de encender fuego para revitalizar al sol. Se nos habla del "leño de Pascua", costumbre navideña de algunas zonas. Si se guardan sus restos durante todo el año la casa queda protegida de incendios y caída de rayos. La madera suele ser de roble, árbol asociado con el dios del trueno.

El fuego de auxilio

Este fuego no se enciende en una fecha concreta, sino en momentos de angustia y calamidad. Primero se apagan todos los fuegos de la aldea, luego se enciende un fuego nuevo por fricción de dos piezas de madera (salvo excepciones en algunas zonas donde se puede usar acero o pedernal). Se describe el rito de encendido y la clase de personas que podían o debían hacer el fuego de auxilio, en algunos lugares han de ser hermanos, en otro caso 81 hombres casados, en otro un viejo y una vieja en una habitación a oscuras. Si el fuego nuevo no se enciende es porque todavía queda un fuego por apagar en la aldea. Cuando por fin se enciende se hace una hoguera y cuando las llamas se extinguen se pasa por las ascuas a los animales enfermos, y se dice que las cenizas tienen poder curativo.

Análisis final

Frazer se pregunta por qué se imagina la gente que algo tan sencillo puede tener tanto poder. La primera teoría es que el fuego asegura la luz solar, y la segunda que tiene un objeto purificador. Se extiende varias páginas sobre los pros y los contras de cada teoría, y sin dar un veredicto definitivo considera que la segunda es más probable.

Pero luego volveremos al mito de Bálder, en la próxima entrega.