30 marzo 2012

La rama dorada (2)

The Golden Bough, pintura de Turner

 Magia y religión

Frazer nos dice que la magia consiste en una asociación de ideas, por semejanza o contigüidad, que es errónea. Si fuera correcta sería ciencia. ¿Pero cual es su relación con la religión? Para Frazer la religión consiste en "la propiciación de los poderes superiores al hombre, que se cree dirigen y gobiernan el curso de la naturaleza y de la vida humana". Consta de un elemento teórico (creencia en altos poderes) y otro práctico (intento de propiciarlos o complacerlos). Deben darse ambos elementos.

Por lo tanto la religión postula que el curso de la naturaleza es variable y podemos influir en los dioses para que nos ayuden. En ello se opone tanto a la magia como a la ciencia, cuando ambas consideran que los procesos naturales son rígidos y no pueden ser desviados por persuasión. La magia frecuentemente trata con los espíritus, pero lo hace del mismo modo que si fueran agentes inanimados; los coacciona en vez de agradarlos, de este modo se supone que todos los seres humanos o divinos están sujetos a fuerzas impersonales que todo lo dirigen y pueden aprovecharse por quien sepa cómo manejarlas. En el Egipto antiguo los magos proclamaban su poder de obligar a los más altos dioses a cumplir sus mandatos y les amenazaban con la destrucción en caso de desobediencia.

El sacerdote ha perseguido al mago por creerse por encima de los dioses. Aunque en un principio magia y religión no estuvieran lo bastante diferenciadas el conflicto acabó surgiendo. Pero esta confusión sigue presente en muchos lugares, y Frazer nos habla de campesinos franceses que creen que los sacerdotes católicos son capaces de realizar "la Misa del Espíritu Santo" que hace que Dios se vea forzado a otorgar lo que se le pida en esta forma. O el siniestro mito gascón de la misa de San Secario, que puede causar la muerte.

Frazer piensa que la religión aparece después de la magia: Con el tiempo las personas más inteligentes acabaron descubriendo que la magia no funcionaba, pero buscaron una mejor teoría y pensaron que la causa de la lluvia no era el conjuro del brujo sino la acción de un ser superior.



El mago público

Entre las funciones que el mago público realiza para el bien de la tribu una de las principales era asegurar una cantidad de lluvia adecuada.

Estamos hablando de una época en que si no llovía una persona acabará viendo morir lentamente de hambre a su familia. Desde nuestra comodidad del supermercado no somos capaces de entender el horror de los caprichos climáticos y la fe en que alguien podía salvarnos de tales desgracias.

A continuación vienen varias páginas de rituales para hacer llover (con agua, fuego, sangre, ranas, sapos, echando una moza al río, amenazando la imagen de un santo patrón) o dispersar las nubes (hace poco vi un programa de TV de estos de viajes y mostraron cómo en Etiopía todavía "rompen las nubes" apuntándolas con una lanza). Sigue con el dominio del sol y del viento.



Reyes y magos

Aquí se abunda en la teoría de que la jefatura proviene del cargo de mago público. Entre los aborígenes australianos no se llegó a dar el paso a la jefatura ni al sacerdocio y todo hombre es un poco mago, pero en África sí y nos da ejemplos de jefes y reyes que son "hacedores de lluvia". Y también de lo que puede ocurrir si el mago fracasa y llega la sequía: el destierro o la muerte. Desde los faraones de Egipto a los reyes de Corea, el pueblo culpaba al monarca de las malas cosechas.

Con lo de matar al rey-mago al menos nos vamos acercando al propósito original de la obra, que era explicar por qué el cargo de un sacerdote de Diana se heredaba matando al anterior sacerdote... Pero no nos adelantemos, son más de 800 páginas y apenas hemos pasado de la 100.

Los reyes tienen el poder de fertilizar la tierra, y hasta de sanar por imposición de manos. Cuando esto no ocurre es porque el rey es un inepto, o un malvado que no cumple las leyes de sus antepasados. Y de aquí pasaremos a la teoría de la divinidad de los reyes. En la siguiente entrega.

El trabajo hace libre

"El trabajo hace libre": Lema de la entrada a Auschwitz

Ayer fue huelga general en España. Un amigo ha escrito lo siguiente:

La semana pasada, casi todos mis compañeros de curro iban a ir en
bloque a la huelga (incluido yo, por supuesto).
Esta semana me ha quedado claro que son todos unos putos bocazas.
Hace dos dias lo recorde para asegurarme de que iban a hacerlo.
Ay!, sorpresa!
Unicos argumentos por los que ya no van a hacer huelga:
1) Que voy a hacer yo en mi casa el jueves?!
2) Los sindicatos son tontos y feos ... lalalala
No se molestaron en explicar mas ... :O

Comentario subsiguiente de recochineo absoluto:
"Tú si quieres haz huelga que no te obligamos a venir ..."

Mi comentario: La gente es libre de no hacer huelga, ahora bien, me toca los huevos la hipocresía. De los dos sindicatos mayoritarios (UGT-CCOO) se pueden decir cosas malas... Pero una vez que hacen algo no les voy a criticar !!! Ni "deberían haberla hecho antes" ni "son unos vendidos" ni hostias. Si te atracan diez veces en la calle y la décima viene alguien a ayudarte no le dices "haber venido antes, ahora no te ajunto".




Lo que estas personas realmente querían decir es:
1) Tengo miedo y la cosa está muy malita.


Hagamos algo por la sinceridad. Si la huelga no sido más seguida es porque hay más miedo que cabreo.

27 marzo 2012

La rama dorada

A finales del siglo XIX el antropólogo J. G. Frazer se puso a escribir "La rama dorada". Su objetivo era explicar por qué durante el Imperio Romano el sacerdocio de Diana en el bosque sagrado de Nemi era heredado de la siguiente manera: El nuevo sacerdote debía matar al anterior. Sólo se permitía participar a esclavos fugitivos, y el aspirante debía arrancar primero una rama dorada de un árbol concreto, después combatir a muerte y en caso de vencer esperar a que llegara el siguiente aspirante.

Pero para explicar esta costumbre bárbara en época histórica Frazer decidió retroceder un poco y explicar los inicios del pensamiento mágico, luego pasó a explicar los inicios de la religión, y cuando llevaba escritos 12 tomos empezó a pensar que tenía que resumir un poco... Se le había ido la mano. Pero es este viaje desde la noche de los tiempos lo que hizo valiosa su obra. Que pasamos a resumir en varias entregas.

Magia

Frazer argumenta que para la mente primitiva existen dos tipos de magia: la de semejanza (llamada simpática, o simpatética en las traducciones) y la de contacto.

La mente humana, a lo largo del mundo y en culturas que no tuvieron relación entre sí, funciona según los mismos parámetros. Comprende intuitivamente la ley de causa y efecto (no sólo los humanos, también los animales que salivan cuando oyen un silbato) pero a menudo confunde las reglas de causalidad porque desea obtener efectos más allá de lo razonable. Un ejemplo: Hacer una figura de cera que se parezca a un enemigo y clavarle agujas para hacerle daño. Mojar el suelo para invocar la lluvia. Durante varias páginas Frazer nos ofrece docenas de ejemplos. El error está en pensar que las cosas semejantes son la misma cosa.

La magia de contacto o contagio, por otro lado, argumenta que aquello que ha estado unido sigue estándolo. Por ejemplo, para embrujar a una persona utilizar uñas que se haya cortado y hacer el encantamiento sobre ellas. O bien creer que aumentarán las posibilidades de quedarse embarazada si una mujer se pone el vestido de otra que acabe de parir. También esta vez navegamos a lo largo de varias páginas que abundan en ejemplos.

Al entender estos dos procesos mentales podemos entender que en nuestro folklore todavía se habla del "ratoncito Pérez". Puesto que los dientes de los roedores nunca dejan de crecer se les puede relacionar con la salud de los dientes en los humanos; si das el diente de leche a un ratón, el próximo diente adquiere la firmeza de un diente de ratón. Y nos pone un ejemplo en Alemania y otro en una tribu del Pacífico.

Lo importante de estas nociones mágicas es que cualquier persona puede hacer magia. No es necesario ser un brujo especializado para hacer la mayoría de conjuraciones, ni invocar a espíritus o dioses, ni tener una fuerza mágica especial porque se trata de "causa y efecto". Y así pasamos al siguiente capítulo: "El progreso del mago", que nos argumenta que la magia hecha en beneficio de la comunidad hizo aparecer la figura del mago como una especie de funcionario público primero, y una especie de rey más tarde.

Este argumento nos habla del nacimiento de los líderes humanos. En principio la especie humana no necesita un líder de la manada, como pueda ser el caso de los gorilas, y algunas tribus rechazan por sistema que uno de ellos trate de mandar sobre el resto. En todo caso recurren al "consejo de ancianos". Otros trabajos de antropología ("Caníbales y reyes", Marvin Harris) nos hablan del nacimiento de la jefatura por medio de grandes cazadores que alimentan a la tribu, pero en este caso se nos señala el poder mágico como medio para lograr el poder: el jefe trae la lluvia y la caza porque es mejor mago. El mejor mago a veces es el que mejor engaña a los demás. De cualquier modo al aparecer los líderes estos centralizaron los esfuerzos de sus tribus, machacaron a los vecinos, y pusieron en marcha los fundamentos de la tiranía y lo que conocemos por civilización.

Para Frazer la profesión pública de la magia hizo que los hombres más capaces llegaran al poder supremo, lo que emancipó a los humanos de la esclavitud de la tradición en que viven los salvajes. La magia ha hecho mucho daño, pero ha sido fuente de mucho bien, y aunque sea hija de un error, también ha sido madre de la libertad y de la verdad. Esa es su opinión y discutirla sería muy largo. (También se puede decir que la escritura nació como sistema de control social para contabilizar los tributos, pero hoy nos hace más libres)

En el siguiente capítulo analiza la magia y la religión, y argumenta que la ciencia nace de la magia. Seguiremos en una próxima entrega, pero si os pica la curiosidad podéis buscar el libro en internet.

21 marzo 2012

Mentiras y gordas

Gracias a La 2 he podido ver esta película de forma totalmente legal, sin cortes publicitarios, y gratuíta. Y no sólo eso, sino amenizada después con un coloquio cine-fórum con Mario Casas y Ana de Armas. Loor y gloria a TVE, señores.


Dirán ustedes: "Lo que le haya pasado a este hombre por ver esa película, allá él, que se joda". Y no se lo discutiré, pero haré mi crítica de lo visto.

En lo personal no iba bien predispuesto porque ya odiaba a los directores Albacete & Menkes sin haber visto ninguna de sus películas, sólo por cómo las habían presentado en años anteriores. Por contra, el que parte del guión fuese de La Sinde me trae sin cuidado; incluso estoy dispuesto a pensar que lo más salvable del guión sea de ella y no del par de desgarramantas antes mencionados.

La película cumple con todos vuestros prejuicios, y se puede resumir en actores y actrices que han ganado fama en series de la tele se envuelven en un poco de sexo y dronga. No es que sea un gran argumento pero ha triunfado en taquilla. Así que debemos alegrarnos. Quiero decir, tanto criticar al cine español cuando no vende entradas, esta vez habrá que felicitarse, y películas yanquis igual de malas que arrasan en taquilla también hay muchas, ¿O no? Y algunas con vampiros. Pues prefiero que el cine español haga taquilla.

La gorda del título

Todas las actuaciones son bastante malas, en especial las de Ana Polvorosa (la de la serie Aída) que dice sus diálogos como si tuviera el papelito delante, sin interpretar, como leyendo, y trata de hacer caretos que se supone que nos tienen que hacer reir. El resto no levanta el nivel pero por lo menos no pone carusas. El tal Mario Casas es el personaje con más entidad, tiene conflicto interior porque es gay y está enamorado de su mejor amigo, mientras que otros guaperas como Hugo Silva y Maxi Iglesias apenas asoman y tampoco interpretan una mierda.

El problema de Mario Casas es que no sabe hablar. No es ya que sea mal actor, es que no sabe hablar ningún idioma humano. En cierto momento parece que dice "Me casaré con un almirante para que le den los papeles", pero claro, esa frase no tiene sentido, así que deduzco que en vez de almirante quiso decir inmigrante. No, no son mis orejas, con el resto no me pasa, sólo con este chimpancé depilado.

"¿He sido yo?"

 Ana de Armas se tira a Hugo Silva un par de veces pero se siente culpable porque su mejor amiga estaba liada con él, así que le hace un favor a la amiga y para que se cepille a otro tío les pone un éxtasis a ambos en unas copas. El resultado: una escena que hará que usted le tenga asco al sexo durante una hora o dos.

La Polvorosa mientras se acuesta con otra chica y dicen sus diálogos típicos de este tipo de película. El amiguete de Mario Casas necesita dinero y lo convence para vender pastis en la disco. Luego la cosa acaba en que intenta un trío con su amigo y una chica, en la típica habitación de estudiantes que toda discoteca tiene en el piso de arriba (o eso nos quieren hacer creer). Se desengaña del todo con su amigo y presa de la frustración se mete en el cuarto oscuro gayer que toda discoteca tiene al lado de la sala de baile (o eso nos quieren hacer creer). Allí lo petan un poco y cuando sale se dedica a comerse las pastis a toda prisa, ya bulímico.


Y en el tramo final ocurre un milagro; Mario Casas transmite un poco de emoción. En una escena a cámara lenta da pastis como un sacerdote da la hostia a sus feligreses, luego se sienta al lado de Ana y dice que estar enamorado es una mierda, y luego le da un yuyu por las pastis y se muere. Todo muy tópico, pero es el único momento de la película en que alguien consigue interpretar un poco su papel y hay que destacarlo. Una pena que el pobre no aprenda a hablar.

El coloquio... También cumpliría vuestras expectativas, con Ana de Armas hablando de lo duro que es enseñar las tetas, y que en cierto momento con su diálogo le estaba echando una bronca a su propio personaje porque no aprobaba su falta de lealtad con su amiga la cornuda.