29 febrero 2024

La crisis masculina 1: El cine

De tanto en tanto se dice que existe una crisis de la masculinidad en estos tiempos actuales, pero no creo que sea algo tan novedoso. Recuerdo algún telediario en los años 80 hablando de "nuevos modelos de hombre", a veces más sensibles y a veces más "machitos".

También estoy seguro de que en décadas muy anteriores había hombres que no se veían a la altura de los estereotipos que la sociedad exigía de ellos, que también quedaban frustrados. Quizás por otros motivos distintos a los del macho actual, como no haber podido ir a una guerra.

Por mi parte nunca he sentido tal crisis. Para mi ser un hombre no ha tenido nada negativo, todo han sido ventajas (como no poder quedarme embarazado tras el sexo), y tampoco he necesitado imitar ningún estereotipo ni creo haber necesitado referentes o figuras paternas como parece que otros buscan. Lo más parecido habrán sido Schwarzenneger y Stallone. Pero recuerdo haber estado leyendo a principios de los 90 sobre algunos héroes culturales como el celta CuChulainn y haber reflexionado sobre que esos mitos ayudaban a los niños a entender lo que significaba ser un hombre en su cultura, y que eso no existía en el presente y quizás hiciera falta.

Claro, puede que ustedes se encuentren en mi situación y todo esto les suene muy ajeno. Quizás usted sea incluso una mujer, y aún le suena más ajeno. ¿Por qué seguir leyendo?

Pese a no sufrirla, por empatía o curiosidad básica me interesa el tema. ¿Cómo podemos ser todos más felices, o estar un poco mejor? ¿De dónde viene el problema? ¿Cómo se expresa? ¿Qué problemas nos dan a los demás los que tienen problemas?

Hecha la presentación del tema, vamos a hablar de cine. Hay películas que tienen un atractivo especial para el macho frustrado. Deben reflejar algunas de sus preocupaciones, o deben de ofrecerles una interpretación o fantasía que explique o solucione esos problemas a través de sus protagonistas.

Ahora, con internet y sus subculturas, nos encontramos que cierto perfil psicológico o sociológico usa unas películas o a sus protagonistas como referentes. Se las recomiendan entre ellos, las aplauden, no podemos asegurar que las entiendan pero sí que las reinterpretan a su gusto, hacen memes o cosas de esas modernas, usan un fotograma como avatar, etc... Y de este modo nos permiten analizar sus mentes.


"JOKER" de 2019 no es de las más representativas en realidad, pero sí de las más recientes. El personaje ya resultaba atractivo, en su versión de Heath Ledger, entre los que se sienten incomprendidos y gustan de escandalizar al personal. Lo interpretan de varias formas, unas veces vagamente nihilista o anarquista, otras veces darwinista y capitalista. Como todos los villanos de cómic puede ser más interesante que el héroe porque es quien hace los planes y tiene los objetivos claros, mientras que el héroe se limita a reaccionar a ellos para mantener el status quo.

La película de 2019 tiene un punto de vista interesante sobre cómo la desatención a los pacientes mentales provocada por los recortes sociales acaba causando males mayores. Pero no es esta la lectura que hacen los que se identifican con el protagonista.

Protagonista masculino de clase trabajadora (es decir, que no vive de rentas ni tiene empleados a su servicio, ni es funcionario) que se enfrenta al ostracismo y alienación social. Es alguien especial aunque nadie parece notarlo. Cierta dosis de crítica a la sociedad, a que todo está mal, y él puede canalizar ese malestar en otros. Y al final consigue impactar a esta sociedad mediante una muestra de violencia espectacular y justificada.

Estos cuatro puntos se muestran de forma muy abierta, pero son los que suelen estar siempre presentes en las obras que captan esta crisis de la masculinidad.

Estas otras dos obras con más solera, "Matrix" y "El club de la lucha", cumplen con estos cuatro puntos. Desde luego tienen un subtexto más rebuscado, que algunos de sus fans no van a entender.

"Matrix" habla de liberarse de una realidad falsa buscando la verdad, ahí interprete cada cual si se refiere a los medios de comunicación, el sistema capitalista de explotación, el mundo material creado por el Demiurgo gnóstico, u otra cosa. Elija su propia aventura.

Algunos han llegado a creerse que realmente vivimos en una simulación y la ficción es real, otros se han inventado que en realidad el mundo ha sido controlado siempre por las mujeres y los hombres viven explotados por ellas, y descubrirlo es "la pastilla roja". Pero ya hablaremos en otro capítulo del fenómeno "Red Pill".

"El club de la lucha" habla mucho de la frustración y reacción contra el capitalismo/consumismo porque hace promesas que no cumple, tiene un subtexto de aceptación de la propia homosexualidad del autor del libro, y pasa del tema del padre ausente que no te enseñó a ser un hombre a la trama final en la que Tyler Durden asume el papel de padre montando una secta. Todo esto será ignorado por buena parte de los espectadores en favor de que Tyler mola, es "canchero" como dirían los argentinos. No importa que sea el villano, ellos interpretan que es el héroe.

Hay varias obras más ("El lobo de Wall Street", "Scarface", "American Psycho") en las que cualquier persona de inteligencia normal puede ver que el protagonista está actuando mal, buscando su ruina y la de los demás, y sin embargo siempre hay cuatro zumbados que quieren ser como el protagonista porque es rico y folla. Pero eso es otro tipo de personas, no aluden a la crisis de masculinidad de la que estamos hablando.

Todavía podemos echar la vista aún más atrás y encontrar "Un día de furia", de 1993. Que es muy poco referenciada por este colectivo por su antigüedad pero es aún más perfecta.

Publicitada como lo que nos podría pasar a cualquiera si tenemos un mal día, en realidad es la historia de un hombre que ha pasado toda su vida trabajando para un fabricante de armas, contribuyendo al poderío militar de los EEUU, pero que ha sido dejado al margen tras años de dedicación. Su ex-mujer no quiere que vaya al cumpleaños de su hija, y él se embarca en una odisea para llegar con un regalo. Por el camino va recurriendo a la violencia contra lo que él percibe como faltas de respeto. En realidad, contra todo aquello que escapa de su control.

Según avanza la trama vemos que su ex-mujer tenía motivos serios para divorciarse, este hombre ya tenía estallidos de rabia desde hacía tiempo. En el desenlace él mismo se da cuenta de que es el malo de la película. Ahora hablaremos de otras cosas, pero regresaremos a ella al final del artículo.

 

¿Cómo se llega hasta aquí?

La sociedad ha hecho unas promesas a los hombres, un poco distintas de las que hace a las mujeres. A los varones se les ha prometido que si cumplen con ciertas normas encontrarán el amor, tendrán éxito, y sobre todo serán respetados por la sociedad.

Llegando a cierta edad, que puede ser el inicio de la adolescencia, la mayoría de chicos se dan cuenta de que todo era falso. Esta sociedad actual no les va a dar lo que les prometieron durante la infancia. Aquí se puede reaccionar de varias formas: Aceptar las cosas como parecen ser y tratar de sacar la mejor tajada posible, querer cambiar las cosas a mejor para todos, refugiarse en un pasado idealizado en el que sí se cumplían esas promesas...

Para algunos la idea de destruir la sociedad actual resulta apetecible, y en algunas películas el protagonista parece tener la misión y el poder de destruir una sociedad injusta. La idea de que un acontecimiento catastrófico sea algo liberador es curiosa, y que alguien se crea llamado a provocar la catástrofe en la vida real es un poco discutible.

Muchos adolescentes no son capaces de procesar sus sentimientos de frustración. Algunos han sido educados en la idea de que la mayoría de sentimientos son cosas de chicas, y las únicas emociones que un hombre debe mostrar son la rabia y similares. Nunca mostrar vulnerabilidad, ni llorar, que eso es de nenas y mariquitas. Ahora bien, la rabia no cuenta como sentimiento o emoción, es... Otra cosa. Algo muy machote. Las mujeres son emocionales, pero que tú te engoriles con facilidad no es ser emocional, es "otra cosa".

¿Y si tú no tienes todo lo que te han prometido y "sabes" que te mereces por ser "especial", ni vas a poder tenerlo, quién se lo ha quedado? Pues en una sociedad con un sistema económico incapaz de asegurar la igualdad de oportunidades y que recurre a la discriminación positiva como forma de introducir un poco de esa igualdad, es posible señalar a los beneficiados por esas medidas como "privilegiados". Es decir, mujeres y minorías.

Es fácil sacar de contexto cualquier noticia para reforzar este victimismo. Desmentir bulos siempre es más costoso que crearlos. Estas redes de afinidad invierten mucho de su tiempo en compartir bulos para culpar a los demás de sus problemas.

Es más complicado, por lo visto, reconocer que la sociedad te ha dado unas instrucciones incorrectas basadas en unas ideas patriarcales ya caducadas (muchos niegan que haya existido patriarcado ya de entrada porque no saben lo que significa y les suena a invento feminista), dejar de creerse mejor que los demás sin haber demostrado nada, desarrollar empatía, o cualquier otra cosa que no sea acumular rabia. Lo cual debe ser adictivo. Por supuesto, olvidemos la idea de acudir a un psicólogo, eso tampoco es cosa de hombres.


El tema de la raza de los protagonistas

En estas producciones de Hollywood todos los protagonistas son blancos. Bueno, Keanu Reeves siempre me ha parecido racialmente confuso, pero parece blanco. Aunque la crisis de masculinidad puede afectar a todas las razas el blanco yanqui la acusa más, porque se le ha enseñado que en el pasado tenía más privilegios.

En EEUU, con el fácil acceso a armas de fuego, se cometen tiroteos masivos que según la prensa sensacionalista tienen algo que ver con este tipo de películas de las que hablamos. Nunca se ha demostrado relación entre ver películas violentas y cometer actos de violencia, pero está claro que si alguien fantasea con disparar a la gente se va a sentir más identificado con estos protagonistas que con los de una comedia romántica. Correlación no implica causalidad, pero hay correlación.

Estos crímenes parecen tener en la mente del criminal el significado de "dar una lección al mundo", y la mayoría de personas que agarran un arma de fuego y hacen una masacre en EEUU son hombres blancos. No es un tipo de violencia que suela practicar una mujer o un hombre negro, quizás porque a lo largo de su vida se han dado cuenta de que si la van a liar les bajan los humos rapidito. Me refiero a los pequeños "rebotes" que pueden tener mucho antes de decidirse por la gran matanza. Por lo que sea el hombre blanco en EEUU llega a creerse que puede cambiar la sociedad, que es un elegido, con más frecuencia que el resto de personas.

Aquí, y porque el tema de este capítulo es el cine, volvemos a "Un día de furia". Uno de los primeros estallidos de rabia del protagonista es contra un dependiente coreano que no le trata "con el debido respeto" porque se niega a regatear, pero luego reacciona contra un neonazi que le dice que es igual que él. Realmente él cree que no es racista, porque piensa que racismo es sólo pensar que otras razas son inferiores, pero al mismo tiempo está exigiendo un trato diferenciado y favorable porque es blanco.

Como dato curioso, cuando una mujer blanca yanqui se comporta así se le llama "Karen".


Concluyendo

Este tema es más amplio y complejo, y este artículo se centra en cierto tipo de películas. Podrían haber en el futuro más artículos sobre otros aspectos del tema.

La crisis que hemos analizado tiene su origen en que algunos hombres recibieron unas instrucciones incorrectas sobre la vida adulta, y están tratando de enfrentarse a la realidad. A menudo buscan explicaciones sencillas a problemas complejos, sobre todo la de culpar a la sociedad por no ajustarse a su ideal. Y el problema es que su ideal es bastante egoísta, aunque muchos lo disfrazan y si, por ejemplo, toman un pasado idealizado como referente, dirán que todo el mundo era más feliz entonces incluyendo a las mujeres.

Estas crisis vienen de hace décadas, hemos hablado de una película que tiene ya más de 30 años, pero muchos tienen la sensación de que es algo reciente.


Y una reflexión final sobre el cine

En los últimos años mucha gente se ha venido quejando de que las películas tienen ideología y se empeñan en dar un "mensaje". En realidad ha ocurrido siempre, quizás ahora ese mensaje es menos sutil.

Usted imagine que es un autor, escribe un guión o novela que tiene un tema y un mensaje, y tiempo después se da cuenta de que una parte de sus receptores han entendido todo lo contrario. Pues algunos se frustran, claro, y deciden que la próxima vez escribirán algo menos sutil. Dicen que esto le pasó a Frank Herbert cuando escribió "Dune", así que en la segunda parte del libro es más explícito en alertar de los peligros del mesianismo.

Pues en esas estamos, y si añadimos que los repartos son más diversos para parecerse más a la diversidad que hay en el mundo real, pues hay hombres que lo ven como un ataque. De esto ya hemos hablado alguna vez, quizás volvamos con el tema.

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