18 mayo 2019

"Yo, Claudio", el "Juego de tronos" de los años 70

La famosa serie "Juego de tronos" está a punto de acabar. No haremos ninguno de esos famosos spoilers, o al menos intentaremos no hacerlo, pero a estas alturas es obligatorio mencionar que la temporada final ha llegado con la polémica de que a muchos fans no les está gustando. Incluso han hecho una recogida de firmas para que la vuelvan a rodar, y creo que llevan un millón de firmas.

¿Qué es lo que no les está gustando? Por un lado que en sólo seis episodios quieran dar carpetazo a todas las tramas abiertas y algunas no acaben de la forma tan épica con la que estos fans soñaban. Por otro lado que un personaje por fin tiene a su alcance lo que siempre ha deseado pero la única forma de conseguirlo y mantenerlo es demostrando una crueldad sin límites. En fin, no vamos a extendernos sobre ello por lo de los spoilers y tal (seguro que este artículo lo lee alguien dentro de 20 años y está empezando a ver la serie, y en ese futuro será delito revelar detalles de una trama) pero ese personaje ha hecho casi lo mismo que casi todos los personajes de la Antigüedad que estuvieron en su situación. Oh, sorpresa, hay situaciones en las que o gobiernas por el terror o te liquidan.

También podríamos reflexionar sobre cuanto derecho tienen los espectadores a quejarse de algo. Por un lado el arte, o la artesanía, o la producción cultural en general, nacen con voluntad de ser accesibles a todo el mundo. Es decir, podrían ser juzgadas por todo el mundo. Pero por otro lado no puedo evitar mencionar aquella vez que con 16 años visité un museo con obras de Van Gogh y el típico tonto de la clase dijo "Eso lo dibuja mi primo pequeño". Es decir, que a lo mejor no todo el mundo debería juzgar porque no está capacitado.

Y lo de exigir cómo debe acabar o transcurrir una serie, película, obra de teatro, o novela... No sé, es ir un paso más allá en la cultura de los "ofendiditos". Usted es un consumidor, si quiere ser un creador haga el favor de crear algo.

Pero bueno, como estos días estoy volviendo a ver la serie "Yo, Claudio" me he animado a compararlas un poco. Hago una búsqueda por la internet y veo que ya se le ha ocurrido antes a otra gente, pero me da lo mismo. No se puede ser original a todas horas. Eso lo sabemos bien todos los creadores.

"Yo, Claudio", es una serie de BBC basada en la novela de Robert Graves, estrenada en España en 1978 y repuesta en 1980 por su gran éxito. Se rumorea un remake de HBO. La serie cuenta la vida del emperador Claudio, empieza con su familia antes de que él naciera y sigue hasta su coronación, reinado, y muerte. Y su familia está llena de movidas, traiciones, envenenamientos, incesto, infidelidad, etc.

La serie era en color, eh

En la época de su estreno llamó la atención por tener más sexo de lo que era habitual en la TV de entonces, del mismo modo que "Juego de tronos" es a veces resumida como "tetas y dragones". Además, sentó las bases de lo que iba a ser un "culebrón familiar". A partir de ahí "Falcon Crest" (con esa Ángela Chaning tan similar a la conspiradora Livia, esposa de Augusto), "Dallas", "Dinastía", "Cristal", y todos esos culebrones hasta "Juego de tronos", que perdonen ustedes si no se han dado cuenta pero también es un culebrón. Con dragones, pero un culebrón con todos los tópicos, y de ahí su éxito.

Claudio, cojo y tartamudo, que parece tonto y su familia desprecia (un poco como el enano Tyrion Lannister), sobrevivirá por parecer inofensivo. Calígula hará de las suyas (un poco como Joffrey Baratheon), y Mesalina le pondrá una cornamenta a Claudio que no tendrá parangón en la Historia de la Humanidad.

¿Hubieran existido los culebrones sin el éxito de las desventuras de esta familia imperial romana? ¿Se hubiera puesto a escribir algo parecido G.R.R. Martin? Pues quizás, pero no serían iguales.

Así pues, cuando acaben de decepcionarse con el último episodio de "Juego de tronos" (o no), vuelvan la vista atrás, a lo viejuno, y disfruten de una serie clásica. Sin presupuesto, sin dragones, sin grandes batallas, pero con todas las intrigas y borrachera de poder que ansían ver.

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