Una nueva historia del profesor Dell'Orto

Nuestro amigo, el profesor Dell'Orto, ha vuelto a la ufología, disciplina que tanta fama le dió cuando lanzó a los cuatro vientos de internet su teoría sobre las abducciones: No se trataba de otra cosa que de grabaciones pornográficas de sexo entre humanos y extraterrestres, para ser comercializadas en Zeta Reticuli.

Ahora vuelve a la carga con una investigación en torno a, nada más y nada menos, que la colaboración entre los gobiernos secretos terrestres y los extraterrestres. El profesor Dell'Orto afirma lo siguiente: Que hay una colonia humana en Marte desde hace décadas.

Cuando el famoso OVNI de Roswell se estrelló la NASA investigó los restos y mediante ingeniería inversa descubrieron tremendos avances tecnológicos. Lo mismo hicieron los rusos con los restos hallados en Tunguska. La colaboración con los Grises y el enfrentamiento contra otras especies alienígenas como los insectoides y reptiloides no se hicieron esperar, y se formó la "Fuerza de Defensa de la Tierra", con soldados de EEUU, Rusia y China. Así por lo menos se lo ha narrado un tal capitán Kaye al profesor Dell'Orto. Una persona que afirma haber estado trabajando en Marte, defendiendo las colonias terrestres contra los malvados insectoides.

¿Pruebas? Ninguna de momento. ¿Las necesita acaso un ufólogo para seguir investigando? Por supuesto que no, ya que los Hombres de Negro irían a por él. Es mejor no tener pruebas de nada.

Esta conspiración no ha llegado sólo a Marte, sino también a Saturno. Aún no sabemos cuantas colonias humanas se han fundado ni cómo han llegado hasta allí. Unos ufólogos dicen que con naves espaciales más rápidas que la luz, como la hallada en Roswell, pero otros apuntan a portales de teleportación. ¿Habremos llegado ya fuera del sistema solar sin que la opinión pública lo sepa?

Dell'Orto ha localizado a un ex-soldado ruso que afirma haber estado fuera del sistema solar. Allí encontró una máquina con la que podía comunicarse con alienígenas de distintos mundos en una especie de "party-line" o "chat roulette", donde a diario era bombardeado con imágenes de genitales extraterrestres y proposiciones sexuales de lo más extrañas. Desde entonces bebe una botella de vodka diaria para olvidar.