23 noviembre 2018

Distopía milenial

Es posible que los llamados milenials ya no lean blogs, así que se perderán estas reflexiones. Para el resto, sean bienvenidos.

Nos hacemos viejos, señorías, esto es así. Sabemos por escritos antiguos que los conflictos generacionales son algo que ha existido antes, que es normal que los mayores se quejen de la juventud. Mi teoría es que esto ocurre menos en las sociedades que apenas cambian con el tiempo, como las de cazadores-recolectores (el Consejo de Ancianos dirá que los jóvenes son impetuosos, pero no se quejará de cómo visten), y que ocurre más en las que sufren más cambios de una generación a otra (desarrollo urbano en Babilonia, los hijos no se comportan como sus padres que nacieron en el campo).

Recuerdo cuando empecé a escribir ciencia-ficción. Tenía que anticipar cómo sería el mundo en los próximos cincuenta años. En aquel entonces estaba de moda el cyberpunk, y aparecían personajes que voluntariamente se cambiaban sus ojos o brazos por piezas mecánicas. Y sí, claro que es mejor tener un ojo cibernético que un ojo natural ¿Pero cuanta gente estaría dispuesta a hacer el cambio sin haber sufrido un accidente, sólo por "mejorarse"? Se me ocurrió que, efectivamente, la mentalidad de ese futuro no sería como la vigente en 1992 (por si ustedes no lo vivieron o no lo recuerdan: En aquella época nadie llevaba piercings en la nariz, eso era una idea ridícula, y muy poca gente tenía tatuajes). Y una de las razones sería que debido al descenso de la natalidad los jóvenes cada vez serían menos en proporción con el total de población, con lo que la sociedad cada vez los tendría menos en cuenta, lo que provocaría entre ellos un sentimiento de rechazo a los valores sociales en uso y una búsqueda de una "cultura propia" en oposición. Y eso llevaría a que la modificación corporal se viera como algo positivo y una seña de identidad.

Y no ha llegado todavía el cyberpunk, pero sí se ha hecho realidad el que una juventud cada vez menor en proporción se apunte a modas para sentirse diferentes. A finales de los 90 se extendieron los piercing y tatuajes (claro, que la gente que entonces tenía 20 años ahora tiene 40 y sumando, con lo que quizás en un futuro cercano los tatuajes sean vistos como algo "de viejos" y la juventud los rechazará y ridiculizará).

Pero no es sólo que sean una minoría social, sobre todo es la falta de oportunidades. Desde 2008 a 2018 hemos visto una década de crisis económica, y todavía hay quien pronostica que vendrá una crisis peor. No se puede entender lo cultural si se ignora la base material. Y eso es algo que a menudo los "mayores" no quieren entender, baste recordar como ejemplo en la película "Gran Torino (2008)" cómo Clint Eastwood endereza a un ni-ni vietnamita enseñándole que un hombre de verdad puede ganarse la vida y mantener a una familia con su trabajo manual, como si se pudiera volver a la fase capitalista de 1960... Una pena no poder ver lo que ha sido de este personaje ficticio con la crisis, quizás se fue al paro al año siguiente y sobrevive gracias a cupones de alimentos.



Si mi generación tuvo difícil independizarse antes de cumplir 30 años, la siguiente está un poco peor. La prensa inventa palabros que disimulen la precariedad, como co-living para compartir piso, trabacaciones... Es una generación que sólo cuenta para producir barato y consumir rápido. Tienen menos posibilidades de formar una familia, y más de sufrir depresión. Y como respuesta adaptativa aumenta el individualismo. Hay que destacar como algo positivo la mayor tolerancia hacia tendencias sexuales que se apartan de lo tradicional, pero dentro de lo que cabe esperar cuando la presión social para reproducirse es cero y las oportunidades cercanas a cero (estoy hablando de reproducción y no de sexo, disculpen la redundancia pero es que todavía hay quien lo confunde). Por otro lado, algunas identidades sexuales nuevas parecen casi inventadas (por ejemplo, demisexual).

A veces pienso que vivimos rasgos de distopía. Nos parecemos más a "Un mundo feliz" que a "1984", desde luego. Qué ingenuo fue Orwell al pensar que sería necesario censurar la información sobre el pasado cuando es más sencillo hacer que los jóvenes no quieran conocerlo porque les aburre. ¿Y Bradbury con su "Fahrenheit 451"? No es necesario quemar libros si has convencido a los jóvenes de que no vale la pena leer.

Pero la distopía no es completa. Los jóvenes sí que leen, y casualmente hay muchas novelas juveniles de éxito con temática distópica: "Los juegos del hambre", "Divergente", "El corredor del laberinto". Bueno, no es como leer a los grandes clásicos pero es mejor que Dan Brown. Bueno, casi todo es mejor que Dan Brown.

Por desgracia son muchos los jóvenes que reaccionan contra los mayores, sustituyendo la lucha de clases por lucha de generaciones, como si el orden de cosas no fuera obra de una minoría sino de todos los mayores, recurriendo al apelativo "pollavieja" y creyendo que todo el pasado ha sido una mierda y sólo cuando ellos nacieron empezó a haber buen rollo y tolerancia. Si nosotros idealizamos los años 80 ellos los desprecian, como si hubiera sido una época en la que se cazaba homosexuales por la calle y se colgaban sus cabezas en picas.

¿"Demolition Man"? Bueno, quizás en la obsesión que les entra por censurar lo que esté de moda censurar.

Han sido muchos los cambios desde nuestra juventud hasta hoy en día. Cuando yo era niño sólo había dos canales de TV. En la primera cadena emitían programas que veía casi todo el mundo, y eso creaba una cohesión generacional que ya se ha perdido. Y en la segunda cadena emitían ciclos de películas antiguas, de modo que hemos tenido la oportunidad de conocer el cine mudo... Mientra que un niño de hoy en día se asusta si ve una película en blanco y negro. El interés por el pasado desaparece, y los padres de estos chavales tampoco hacen un esfuerzo para darles cultura de su época. Nos vemos abocados a un adanismo permanente, a que la juventud se crea que ha descubierto el agua caliente y la rueda.

Ahora lo fliparán mucho con Queen porque ha salido "Bohemian Rhapsody". Bueno, sólo recordar que esto que ocurre no es culpa suya sino de unas circunstancias materiales, que tuve buen ojo cuando escribía ciencia-ficción y debería volver a hacerlo, y que los jóvenes deberían estudiar el pasado para entender el presente. Porque está claro que por mucho Fornite o moda pasajera que conozcan mejor que nosotros no lo entienden.

3 comentarios:

Alberto dijo...

La edad no perdona. Yo, en cambio, prefiero ver la botella medio llena y pensar que la juventud es mejor que mi generación...

es.pinedo dijo...

Las sociedades de hoy en día cambian muy a prisa, en el plano del entretenimiento y también en el plano material (en el gran juego de los mercados globales). Quizá, en nuestra generación (70's 80's), el ocio no era tanto un objeto de consumo y una imposición de los mercados... aunque ya se veía venir. Todavía se conjugaban las vacaciones en la playa, cine y videojuegos con actividades colectivas no mediadas por el mercado: las pandillas, los veranos en el pueblo de lo abuelos... Cada vez estamos más inmersos en nuestro propio universo y menos conectados con la Naturaleza (pensada esta como lo fijo, a la que hay que adaptarse). La tecnología se lleva muy bien con el mercado, siempre se puede mejorar y comercializar. En un entorno así, los de nuestra generación, no podemos ser otra cosa que viejos carcamales pedantes que no pueden aportar nada nuevo ni mejor.

Doctor Zayus dijo...

O me puede el pesimismo o a ustedes les puede el optimismo.
En el plano cultural más populachero esta generación no va a crear ni un "Star Wars" que perdure 40 años, y en lo social no son capaces ni de llevar la contraria a las modas de ropa o música. Y no porque sean tontos sino porque son más víctimas de lo que fuimos nosotros.