29 febrero 2020

Los mentores de Hitler (3)

Hay gente (pseudoliberales) que cuando critica el nazismo lo hace sólo por su aspecto económico. Es como reprocharle a un asesino en serie que se dejó una multa de tráfico sin pagar. No sé, con todo lo que hay que criticar a los nazis, que hicieran una política económica casi equivalente a la que hicieron otros países europeos o EEUU no es en lo que más me centraría.

Pero vayamos al tema, la influencia de algunos señores economistas sobre el pensamiento de Hitler.

Gottfried Feder (1883-1941)

El primer contacto de Hitler con el pequeño partido político del que se convertiría en líder supremo fue en una conferencia de este señor. Un ingeniero bávaro que había estudiado economía por su cuenta y que estaba en contra de los intereses bancarios, tema sobre el que solían tratar sus charlas. Bueno, y sobre los malvados banqueros judíos que controlaban las finanzas mundiales.

Feder se convirtió en mentor de Hitler en asuntos económicos, y le ayudó a redactar el programa electoral de 25 puntos de 1920. En aquellos tiempos de crisis, tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, el programa demandaba la abolición de los tratados de paz, creación de colonias para alojar el exceso de población alemana, retirada de ciudadanía a los judíos, expulsión de extranjeros, confiscación de los beneficios de guerra, abolición de las rentas no derivadas del trabajo, abolición de los impuestos sobre tierras... Todo enfocado a ganar los votos de "las clases medias" empobrecidas tras la guerra.

La oposición de Feder y el partido nazi hacia los intereses de préstamos y la especulación se fue suavizando con los años y la necesidad de ser financiados por gente rica. Al final acabaron proponiendo congelar las tasas de interés y expropiar sólo a los judíos. Aún así las posturas de Feder se seguían viendo como demasiado anti-capitalistas y fue apartado de sus responsabilidades entre 1934 y 1936.

El partido se puso al servicio de la banca y la industria, con unas políticas keynesianas (es decir, socioliberales) que fueron publicitadas como "milagro alemán", aunque mantenían la retórica de que estaban haciendo alguna forma de "socialismo". Tema en el que nos adentraremos a continuación...


Karl Eugen Dühring (1833-1921)

Si bien el señor Dühring no llegó (que se sepa) a hablar con Adolf Hitler, su pensamiento es un claro precursor de las ideas nazis. Antimarxismo, antisemitismo, y una teoría económica de "socialismo nacional" que sembraron algunas semillas de lo que vendría después.

De paso hablaremos de "socialismo", porque ustedes sabrán que hay gente que dice que como el nazismo decía ser "socialista" entonces era de izquierdas y no de extrema derecha. Hay dos tipos de personas que dicen esto:

- Los que saben que es falso, y se creen más listos por engañar a alguien que no lo sepa.
- Los que no saben ni lo que es la izquierda ni la derecha, ni el capitalismo. Algunos pueden llegar a enterarse con el tiempo, pero otros no quieren enterarse ni buscando en wikipedia. Posiblemente repitieron curso en la guardería.

Dühring fue abogado de profesión hasta 1859, cuando una enfermedad de la vista le impidió seguir ejerciendo y se dedicó a la filosofía. En filosofía desarrolló un materialismo que se oponía a la religión y el misticismo pero caía en conceptos más idealistas que materialistas, y criticó el capitalismo sin querer acabar con él sino limar sus asperezas, armonizando los intereses de empresarios y obreros dentro de los intereses nacionales y patrióticos. Es decir, totalmente opuesto al concepto de "lucha de clases" del marxismo que tanto detestaba.

En cuanto a la economía derivaba sus ideas de un tal Friedrich List, que eran básicamente proteccionistas. Proponía un "socialismo para la raza aria" totalmente contrario al socialismo del judío Karl Marx.

Aquí le puede explotar la cabeza a los que creyeran que el socialismo lo inventó Marx y que es lo mismo que el comunismo y la izquierda. La explicación breve sería que no, que la idea de socialismo es anterior a Marx, y que el comunismo es sólo una de las tendencias del socialismo. Y luego podemos citar nombres como Fourier, Proudhon, Robert Owen, y la Sociedad Fabiana de la que procede el partido laborista británico.

Dühring empezó a ganar popularidad en el SPD, el partido socialdemócrata alemán. El revisionista Berstein le apoyó y en la conferencia de Gotha de 1877 sus partidarios dentro del partido propusieron que los ensayos de Friedrich Engels no fueran publicados en el Vorwärt (órgano de prensa del SPD). Esto empujó a Engels a escribir su libro contra Dühring (el famoso "Anti-Dühring"), en el que lo califica de ideólogo pequeño-burgués y no sólo hace una crítica de sus ideas sino que aprovecha para sistematizar las ideas del socialismo marxista. De esa obra nace el concepto de "socialismo científico" para referirse al de Marx y Engels, en oposición al "socialismo utópico" que englobaría a todos los nombres de la última frase del párrafo anterior.

No sólo Engels cargó contra Dühring, sino el mismísimo Nietzsche, que despreciaba su racismo. Por otro lado sus obras sobre "la cuestión judía" influyeron a otros autores antisemitas y en el desarrollo del movimiento sionista de Theodore Herzl (es decir, la idea de que con tanto odio hacia los judíos la mejor idea es que tuvieran su propio país para irse allí todos).

En resumen, las ideas de Dühring estaban más cerca de ser continuistas con el capitalismo que otra cosa. Por otro lado, el propio Hitler se reía en su Mein Kampf de los que pensaban que el nazismo tenía algo que ver con la izquierda:

   Bastaba ya el color rojo de nuestros emblemas para atraerlos al local de nuestras asambleas. La burguesía corriente se mostraba indignada al pensar que también nosotros nos hubiéramos apropiado del rojo de los bolcheviques, y creía ver en esto algo de doble sentido. Los llamados nacionalistas de Alemania se cuchicheaban los unos a los otros la misma sospecha de que, en el fondo, no éramos sino una especie de marxistas, tal vez marxistas enmascarados, socialistas. La diferencia entre marxismo y socialismo hasta hoy todavía no entró en esas cabezas. Especialmente cuando se descubrió que, en nuestros discursos, teníamos por principio no usar los términos "señoras y señores", sino "camaradas". El fantasma marxista surgió claramente ante muchos de nuestros adversarios. ¡Cuántas buenas bromas hicimos a costa de esos burgueses y su intento de descifrar el enigma de nuestro origen, nuestras intenciones y nuestra finalidad!
   Habíamos elegido el color rojo después de minuciosa y honda reflexión, buscando con ello provocar a los de izquierda e inducirlos a concurrir a nuestras asambleas, aunque sólo fuese con la intención de atacarnos. De este modo nos daban, por lo menos, la ocasión de hacerles escuchar nuestra palabra.

2 comentarios:

mejunje dijo...

Llevo mucho tiempo leyendo tus publicaciones. Siempre es agradable que reconozcan tu trabajo de divulgación. Hoy como lector te doy la gracias por tus aportaciones a la verdad y a la objetividad siempre relativa en la que vivimos.

Doctor Zayus dijo...

Gracias, se hace lo que se puede.