17 noviembre 2023

Iker Jiménez y el politiqueo

Iker Jiménez Elízari es un gran comunicador y periodista, aunque según él mismo se pasó la carrera en la cafetería de la facultad. Al menos así lo confesaba en una lista de correo electrónico en los años 90, donde coincidí con él. Eran otros tiempos y aquello era el equivalente a las redes sociales de ahora. O no. O a los grupos de wasap más bien. O al telegram, o a una cosa moderna de esas.

Iker se había dado a conocer escribiendo artículos como el del hombre-pez en la revista "Enigmas" que dirigía el todavía famoso Doctor Jiménez del Oso. Su estilo era pintoresco, narrando sus peripecias para conseguir la información y de este modo insertándose en el artículo como un personaje más. Esto generaba cierto cachondeo en círculos escépticos, donde se hizo la broma de que se creía Indiana Jones viviendo aventuras (hasta comparte iniciales con el personaje).

Tras triunfar en la prensa escrita de carácter esotérico fichó por la radio, con un programa semanal en la Cadena SER. De allí pasó a la televisión unos años después, en la cadena Cuatro, de la que no se ha despegado. Durante un tiempo compaginó radio y televisión, hasta que dejó la radio.

La imagen popular de Iker Jiménez, al que algunos llamaban "Friker", tal como se veía en imitaciones y parodias humorísticas, era la de un tipo que se creía cualquier barbaridad paranormal que le contasen. Por mi breve contacto virtual con él no creo que haya sido así nunca, siempre me ha dado la impresión de que ni cree ni deja de creer porque sólo le interesa entretener hablando de estos temas sin llegar a ninguna conclusión. Porque es lo que da dinero. Si estos programas demostrasen que algo es verdadero o falso perderían negocio, el negocio está en hablar de lo mismo una y otra vez.

Cuatro fue comprada por Telecinco, del grupo Mediaset, propiedad entonces del ahora fallecido Silvio Berlusconi, y supongo que ahora de su familia y herederos.

No deja de resultar curioso que Iker no hablase jamás de política mientras trabajó en la SER (medio considerado afín al PSOE) y sin embargo, hallándose en una emisora propiedad de Berlusconi, empezase un buen día a opinar de política y opinar lo mismo que Berlusconi, populismo derechista.

Que no digo que no opinase lo mismo antes, ni que se vendiese. Estoy seguro de que es una persona conservadora que siempre ha opinado parecido. Lo que digo es que mientras cobraba de la SER no tenía valor para decirlo, por mucho que vaya de valiente por la vida.

Y así, poco a poco, un programa dedicado a entretener con movidas paranormales y ovnis empezó a soportar pequeños mítines del presentador al cierre. Ensayados previamente en su canal personal de youtube donde se quejaba de que la prensa no dijera si unos detenidos eran moros o gitanos, que a él le interesaba muchísimo ese detalle (por lo visto si los delincuentes son "de los tuyos" es menos grave).

Bien es cierto que previamente Iker se había rodeado de colaboradores bastante conservadores, como el psiquiatra José Cabrera, famoso por culpar a los juegos de rol y su influencia extranjera de provocar un crimen. O un pollastre que fue portavoz de un grupo neonazi, Javier Villamor, o aquella vez en que aludieron al "plan Kalergi", supuesta conspiración de los judíos para destruir a la raza aria promoviendo el mestizaje y el homosexualismo. Pequeños detalles.

Después, durante la pandemia del 2020 Iker fue acusado por los sectores más conspiranoicos y los llamados "nazis del misterio" (entre los que se cuenta el tal Villamor) de no apoyar sus teorías enloquecidas, de modo que le acusaron de ser masón. Iker, de modo astuto, utiliza esto para defenderse de los que le acusan de ultraderechista, como si no se peleasen entre ellos también a ver quién es el más burro.

Los nazis del misterio y Hacienda

Los temas del misterio gustan al gran público sin distinción de ideologías, pero por lo que sea entre los nazis hay gente que ha decidido creer en todo por absurdo que parezca. Con la pandemia del 2020 se han vuelto antivacunas, pero ya desde antes estaban dispuestos a creer en cualquier teoría de la conspiración en la que haya judíos por el medio, en que Hitler tenía OVNIS o bases secretas en la Antártida, en la Tierra hueca y las civilizaciones avanzadas de su interior, y cosas así.

Supongo que una vez que dan el paso de negar el Holocausto (que digo yo, ¿No sería más coherente reconocerlo y estar orgullosos de ello?) ya empiezan a pensar que "todo lo que les han contado es falso" y por tanto cualquier cosa que pareciese falsa debe ser tomada por verdadera (la lógica no es lo suyo).

No es un fenómeno nuevo. Si bien creo que se ha exagerado mucho sobre las creencias esotéricas de los nazis, está claro que al menos Heinrich Himmler estudiaba estos temas. Por llevar la contraria a la "ciencia judía de Einstein" dieron el beneficio de la duda a teorías bastante alocadas como la cosmogonía glacial de Hanns Hörbiger. Tras la derrota nazi algunos se refugiaron en el esoterismo como consuelo religioso, apareció un "hitlerismo esotérico", y se sabe que algunos autores como Louis Pauwels ("El retorno de los brujos") acabaron relacionados con grupos "etno-nacionalistas".

La deriva ha llegado al punto de que personas relacionadas con el partido ultra Democracia Nacional publican un libro sobre "Geoingeniería", que es la actualización de la creencia en los "chemtrails". O sea, creer que las estelas de los aviones no son de vapor de agua sino una conspiración para fumigarnos con cosas químicas que pueden envenenarnos, o impedir que llueva, o provocar el calentamiento global. Por un lado niegan el cambio climático antropogénico pero al mismo tiempo dicen que ese cambio lo hacen soltando químicos con aviones. En fin. En los años 90 los chemtrails eran la purria de las teorías de la conspiración, lo que sólo creían los más reventados de la cabeza, y ahora es de las más populares.

Y aunque los trumpistas no sean nazis (bueno, no siempre, alguno hay) ya hemos visto en otros artículos lo aficionados que son a las teorías absurdas, desde el adrenocromo al cronovisor.

En conclusión, a estos programas del misterio no les cuesta nada encontrar ultraderechistas que hablen de temas del misterio.

Por otro lado la mujer de Iker, Carmen Porter, que se mostraba más abiertamente politizada en redes sociales, recibió una multa de Hacienda en 2020. Eso parece ser una motivación nueva para atacar al gobierno y hacer una cruzada contra los impuestos, en la línea neoliberal de siempre, llegando a invitar a youtubers fugados a Andorra para que despotricasen contra los impuestos.

Politiqueo a saco 

Con la pandemia Iker presume de que en su programa se predijo que el Covid iba a ser algo tremendo mientras los gobiernos llamaban a la tranquilidad. No entro a valorar lo acertado que estuvo, no suelo ver sus programas, pero por lo que me cuentan creo que en realidad apareció gente diciendo cosas distintas y que también tendría que contar las veces que se han predicho catástrofes que no se han cumplido.

En una entrevista que sí he visto Iker presume de que podría hacer cualquier programa y tener audiencia, no sólo de misterio. Esta idea le llevará a lanzar otros programas en Cuatro, aparte de su "Cuarto Milenio", para hablar de lo que le apetezca. Por ejemplo, de que los negros yanquis se quejan mucho de la policía pero las estadísticas dicen que es que hay mucho delincuente negro. Vemos un patrón ahí.

Decide invitar a más youtubers con opiniones "polémicas" sobre mujeres y personas de otras razas, y al bufón conservador Soto Ivars para que llore un poco sobre la "censura progre" que le impide decir lo que piensa. Claro, dirán ustedes, esta gente tiene un altavoz para decir todo lo que piensa y de hecho está diciendo lo que piensa y aún encima se queja y va de víctima... Pues no, no están diciendo todo lo que piensan, si se quejan es porque aún piensan cosas más brutas que todavía no se atreven a confesar.

Parece que este señor y su señora se han embarcado en una especie de cruzada política, con el objetivo de derribar al presidente Sánchez. Supongo que están en su derecho, claro, allá cada cual, pero no deja de sorprenderme que hoy en día se mezcle el entretenimiento con la propaganda política. Hasta hace unos pocos años esto, cuando se hacía, se hacía de forma declarada y sincera. Usted veía "El intermedio" y sabía desde el primer programa que se iba a hablar de actualidad desde un punto de vista un poco progre. Pero con Iker hemos pasado de que se haga famoso con las apariciones de fantasmas y las psicofonías a que aproveche su fama para hacer politiqueo.

Es extraño pero a veces, contemplando este panorama mediático español actual en el que casi todos los medios son de derechas (incluso RTVE, la cadena pública, fue entregada al PP a cambio de una renovación del CGPJ que el PP no cumplió), parece que vivamos en una dictadura mediática de la oposición. Bueno, serán cosas mías.

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