Posible solución a la corrupción

Después de haber ofrecido Propuestas anti-crisis (muy 2009) y Una posible solución a la crisis. Después de habernos atrevido además con Una posible solución para los sin-techo y con Una posible solución al paro, este blog se complace en ofrecer propuestas para acabar con la corrupción política.

Pero primero hagamos un resumen de la actualidad en materia de corruptelas.

En primer lugar se publicaron una serie de sospechas de corrupción sobre la familia de los Pujol y los Mas. Casualmente cuando se ponen serios con el tema de la independencia de Cataluña. ¿Qué hubiera pasado de no haberse hablado de independencia? ¿Se habría publicado lo mismo? Nunca lo sabremos.

Llevamos un par de semanas con noticias de que dirigentes del PP cobraban sobresueldos en "dinero negro" que el tesorero del partido (un tal Bárcenas, alias "Luís el Cabrón") repartía en sobrecitos. Las noticias se agolpan, "El País" acusa al ex-presidente Aznar de estar detrás de todo y este les planta una querella en el juzgado, se dice que al recibir los sobres se firmaban recibos (hay que ser tonto para firmar un recibo de un dinero negro, desde luego), Rajoy dice que hará una auditoría de la caja A para demostrar que no había caja B o algo igual de estúpido para contentar a los votantes que le queden después de esto.

La consigna de la semana entre las víctimas de los medios de comunicación ha sido que la crisis es culpa de la corrupción de los políticos. Eso es una soberana majadería, instigada por el poder económico para buscar un chivo expiatorio, como viene siendo costumbre.

Si Bárcenas tenía 22 millones de euros en Suiza, y dijo al banco que eso era entre un 25% y un 50% de su patrimonio, podemos aventurar que tal patrimonio sea de unos 50 millones. Si tal dinero viene de la parte que se ha quedado para él después de repartir el dinero negro del PP, ¿Cuanto porcentaje ha podido robar para sí mismo del total de dinero negro del PP sin que se dieran cuenta los demás? ¿Un 10%? ¿Un 1%?

Pongamos que en total, y tirando por lo alto, el dinero manejado por Bárcenas fue de 5.000 millones de euros (seguramente esté más cerca de 500 que de 5.000, pero seamos generosos con la tesis majadera). Eso a lo largo de más de 10 años. ¿De dónde sale este dinero? Pues sea de fondos europeos, de meter la mano en la caja patria, o de comisiones de empresas que lo incluyen como sobrecoste al ir a concurso, es un dinero que efectivamente se roba a la sociedad.

Supongamos que el PSOE hubiera robado una cantidad parecida, entre los dos hubieran sacado 10.000 millones. Ahora supongamos que el resto de partidos, sobre todo CiU, hubieran robado entre todos una cantidad parecida a la de los dos partidos mayoritarios; Eso son 20.000 millones en más de 10 años.

No, eso no explica la crisis. Dos mil millones al año será mucho dinero (insisto en que la cifra real será mucho menor) pero es un 0,002% del PIB, y no explica la crisis ni de lejos. Recordemos que la mayoría de la deuda es privada, no pública.

Recordemos también las palabras de Pérez-Reverte:

Y no es extraño. A fin de cuentas, buena parte de nuestros políticos son el síntoma; pero nosotros, los españoles, somos la enfermedad.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) 20 de enero de 2013

En un debate un tertuliano dijo que tenía una conocida muy partidaria del PP que siempre se metía con la corrupción del PSOE. Preguntada por Bárcenas le dijo "Es que, claro, si yo estuviera en su lugar también habría metido la mano en la caja".

Está claro que el problema somos las personas. Ahora proponemos la solución.

El Imperio Romano también estuvo preocupado por la corrupción. Era una oligarquía, más o menos como lo que tenemos ahora en España, y no hacían la farsa de votar pero se cuidaban de contentan al populacho para que no les montase una revuelta.

La corrupción romana venía de la mano de funcionarios que otorgaban concesiones comerciales, y era muy parecida a la actual. Los romanos pensaron que si una persona robaba o cometía fraudes, era evidentemente por conseguir dinero, poder, mujeres... Las pasiones humanas. Y como en aquella época la gente podía tener más de ocho hijos fácilmente (de ahí nombres propios romanos, tales como Quinto, Sexto, Septimio, Octavio, les ponían el número y arreglado) la familia era muy importante. No sólo robaban para ellos, sino para que sus hijos pudieran vivir en la opulencia.

Y la solución fue dar los puestos de poder a eunucos: Hombres castrados en su infancia.

Los eunucos no iban a tener hijos, por lo que robarían menos cantidad. No podían llegar a ser emperadores, así que no conspirarían para hacerse con el trono. Mujeres... tampoco podrían hacer nada con ellas. El eunuco era ideal para hacerse cargo del estado.

El cristianismo veía con buenos ojos a los eunucos. La mutilación genital no estaba en contra de la religión, incluso Orígenes (uno de los padres de la Iglesia) se castró a sí mismo tras leer en los evangelios aquello de "si tu ojo te hace pecar, arráncatelo (Mateo 18:9)" y como en su caso no era el ojo sino los genitales lo que le hacía pecar, pues se los quitó para poder ir al paraíso... En China la dinastía Ming también buscaba eunucos para los puestos de funcionariado.

Pues ahí tenemos una solución para la corrupción: la castración de niños que después serán educados para el puesto de concejal de urbanismo, tesorero del PP, o lo que se tercie.

Pero claro, es una solución un poco fuerte para nuestros tiempos. Así que teniendo en cuenta que el problema son las personas, podríamos buscar otra solución; la Inteligencia Artificial. Para ello aún faltan unas décadas, pero en el momento en que lo logremos podríamos encargar a estas máquinas hacerse cargo de la economía y todas las labores para las cuales no confiamos en humanos.

Por supuesto, surgirán temores contra esta idea, que además serán alentados por las personas que perderían poder si se hiciese efectiva. ¿Y no se podría rebelar contra los humanos? ¿Y no se le podría hackear o cortar el suministro eléctrico? Todos estos temores son absurdos, pero este artículo ya se ha hecho lo bastante largo como para rebatirlos. Estas máquinas no tendrían pasiones humanas que les hicieran "rebelarse", o desear riquezas, y no podrían ejercer el poder político.