16 agosto 2013

La rama dorada (9)

El mito de Osiris

Tras haber tratado los mitos de Adonis y Atis, personificaciones del gran cambio anual de la naturaleza, y específicamente dioses de los cereales, nos acercamos al dios egipcio Osiris.

Según el relato de Plutarco, confirmado por el testimonio de los monumentos, Osiris fue el hijo de un dios de la tierra y la diosa celeste Nut. Cuando Ra, dios del sol, se enteró de la infidelidad de su esposa Nut, decretó que no podría parir a la criatura en ningún mes del año. Pero la diosa tenía otro amante, Thot, que jugando una partida de damas con la Luna consiguió de esta una 72ª parte de cada día del año, con la que compuso 5 días completos que añadió al año egipcio de 360 días.

Estos 5 días extra armonizaban el año lunar con el año solar, y estaban fuera de los doce meses, con lo que la maldición de Ra no tenía efecto. Osiris nació en el primero de ellos. En el segundo Nut parió a Horus el Mayor, en el tercero a Set, en el cuarto a Isis, y en el quinto a Neftys. Más tarde, Set se casó con su hermana Neftys, y Osiris con su hermana Isis.



Siendo rey Osiris redimió a los egipcios del salvajismo, les dió leyes y el culto a los dioses. Antes de él, los egipcios eran caníbales, pero Isis descubrió el trigo y la cebada, y Osiris enseñó a los humanos a cultivarlos. Osiris fue el primero en recolectar los frutos de los árboles, emparrar las vides, y pisar la uva. Deseando comunicar sus descubrimientos a toda la humanidad, entregó el reino a Isis y marchó por el mundo. A su regreso a Egipto fue adorado como una deidad.

Más su hermano Set conspiró contra él junto con otros secuaces, y tomando sus medidas construyó un cofre de su tamaño exacto. En una fiesta prometió entregar el cofre a quien encajase perfectamente en él. Todos los asistentes probaron, pero no cumplían las medidas, hasta que llegó el turno de Osiris, y los conspiradores cerraron la tapa, la clavaron y arrojaron el cofre al Nilo. Esto sucedió el día 17 del mes de Athyr, cuando el sol está en Escorpión, durante el 28 año del reinado o de la vida de Osiris.

Isis buscó el cadáver de su esposo. En sus viajes resucitó a un niño que había mordido un escorpión. Tiempo después, dió a luz un hijo en las lagunas, que había concebido mientras volaba en forma de halcón sobre el cadáver de su marido. El infante fue Horus el Joven. Set envió un escorpión para matarlo, pero Isis imploró la ayuda de Ra.

El cofre de Osiris llegó al mar, y de allí a Biblos, en la costa de Siria, donde un árbol creció ocultando la caja en su tronco. El rey del país mandó cortar el árbol ignorando que contenía el cofre. Isis consiguió convertirse en la nodriza del hijo de la reina, pero le daba a mamar el dedo al niño, en lugar de su pecho, y por la noche incendió la parte mortal del niño. La reina, que la espiaba, empezó a dar gritos impidiendo que su hijo se hiciera inmortal. Isis tomó forma de diosa y reclamó la columna de madera donde estaba el cofre. Embarcó el cofre y llegó a Egipto, pero lo dejó para ver a su hijo Horus.

Set encontró el cadáver de Osiris y lo descuartizó en catorce pedazos, que esparció, y por eso existen varias tumbas de Osiris en Egipto. Sin embargo, el pene de Osiris había sido devorado por los peces, así que Isis hizo otro con cera. Ra envió a Anubis, que con la ayuda de Isis y Neftys, de Thot y de Horus, reunieron los pedazos de Osiris, lo vendaron y ejecutaron los ritos funerarios. Osiris revivió y desde entonces gobernó entre los muertos.

Los egipcios vieron en la resurrección de Osiris la promesa de una vida eterna más allá de la tumba, si hacían con su cadáver lo que hicieron con el de Osiris.

Frazer nos dice que una pista de la naturaleza originaria de un dios o diosa es el momento en el que se celebra su festival. Si sucede con luna nueva o luna llena, podemos suponer que la deidad fuese la propia luna. Si sucede en el solsticio, quizás el dios fuese el sol. Si sucede en el tiempo de la siembra, podría ser una personificación de la tierra o del grano. Sin embargo, los ritos sacerdotales egipcios variaban de año en año, así que Frazer recurre a los ritos populares relacionados con la siembra para dar validez a su tesis.

Después hace un capítulo sobre los ritos oficiales, procesiones, simulación de la búsqueda del cadáver de Osiris por parte de los fieles, etc. Menciona figuras de barro de Osiris rellenas de granos de cereales.

Osiris como dios del cereal

Frazer expone todas sus razones para creer que Osiris era otro dios del cereal. Hijo del cielo y la tierra, la leyenda de que enseñó la agricultura... Que sus pedazos fueran esparcidos le recuerda a la siembra del grano a voleo. Sobre enterrar pedazos de personas concluye que era un rito de fertilidad que se hizo con personas reales, y cita un caso parecido de un rey noruego.

Osiris como espíritu del árbol

Frazer describe una ceremonia en honor a Osiris con un pino cortado, nos recuerda la leyenda del cofre dentro del árbol, y nos dice que sus adoradores tenían prohibido dañar árboles frutales.

Osiris como dios de la fertilidad

En el festival de Osiris las mujeres marchaban en procesión por las aldeas cantando himnos y portando imágenes sexuales realistas que se ponían en acción mediante unas cuerdas.

Osiris como dios de los muertos

De la germinación y brote del grano deducían los egipcios un augurio de la inmortalidad humana. No fueron el único pueblo que construyera las mismas altas esperanzas sobre las más endebles bases.

Siguen unas reflexiones en torno a la naturaleza de Isis y la relación de Osiris con el sol. Concluye Frazer que Isis en tiempos remotos fue una diosa rural del grano, pero con los siglos ganó un simbolismo y un respeto que fue más allá y que se extendió por todo el Imperio romano, despertando una devoción semejante a la de la Virgen María.

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