30 abril 2010

Timothy McVeigh

Tim McVeigh, nacido en 1968 de una familia americana de origen irlandés. Era el típico friki de la escuela. Los matones de clase se metían con él, no tenía éxito con las chicas, y hackeaba al gobierno con un Commodore 64. Identificaba al gobierno con los matones; el gobierno era el matón supremo. Como su abuelo tenía escopetas se interesaba por las armas, por el derecho a llevar armas protegido en la Segunda Enmienda, y de mayor quería montarse una armería. A los 20 años se hizo soldado.

En su campamento habían trabajadores negros que llevaban camisetas de "Black Power". Esto provocó una protesta del Ku Klux Klan y McVeigh se compró una camiseta de "White Power". Lo cual no quiere decir que fuese racista sino que más bien era insensible a los problemas de los que no eran como él y extremadamente sensible a los pequeños problemas de cualquiera que identificase como de los suyos.

Combatió en la Guerra del Golfo, y recibió medallas. A la vuelta intentó ingresar en las fuerzas especiales pero no superó los requisitos físicos y dejó el ejército en 1992.

A partir de ahí su vida fué caótica y sin rumbo. Viajaba visitando amigos del ejército, escribía a los diarios protestando contra los impuestos y las restricciones a la libertad de tener armas, seguía sin tener relaciones con mujeres, y encima recibe una carta que le comunica que el ejército le había pagado en exceso y tenía que devolverle dinero. En 1993 viajó a Waco, donde el grupo de los davidianos estaba atrincherado. El resultado del sitio le convenció de la necesidad de vengarse del gobierno federal atentando contra un edificio federal.
 
El 19 de abril de 1995 aparcó un camión con 5.000 libras de fertilizante y fuel, frente a un edificio federal de Oklahoma. Puso un temporizador de dos minutos y otro de cinco por si fallaba el primero. La explosión mató a 168 personas (19 niños) e hirió a 450. McVeigh fué detenido al poco. Llevaba una camiseta con una foto de Abraham Lincoln y las palabras "sic semper tyrannis" (las palabras que dijo el asesino de Lincoln) por un lado y por el otro la frase "el árbol de la libertad debe ser regado periódicamente con la sangre de patriotas y tiranos".

McVeigh fué condenado a muerte y no llegó a arrepentirse; si su lugar estaba en el Infierno estaría allí con todos los pilotos que bombardearon inocentes por error. Quería que su ejecución fuese emitida por TV. Entre sus compañeros de bloque estaban el Unabomber y Ramzi Yousef, uno de los que quiso volar las Torres Gemelas en 1993, que trató sin éxito de convertirle al islam. Antes de morir tuvo una misa católica y sus últimas palabras fueron el poema "Invictus". En una entrevista dijo que desde el principio sabía que iba a acabar así, que lo suyo era un suicidio asistido por el estado, que el estado iba a hacer con él algo que es ilegal que haga un médico. Lo ejecutaron mediante inyección letal unos meses antes del 11-S.

1 comentario:

Bancario Sectario dijo...

Pobre, no llegó a ver su sueño hecho realidad.