06 mayo 2012

Excession, de Iain M. Banks

Esta es una novela de ciencia-ficción que no he encontrado traducida al castellano, así que he tenido que leerla en inglés.

En la novela la entidad política más poderosa de la galaxia es una utopía anarquista poblada mayoritariamente por humanos y máquinas pensantes. Estos humanos están modificados genéticamente, de modo que entre otras cosas pueden vivir más de 300 años sin apenas envejecer. Las máquinas más poderosas son las que pilotan las naves, y tienen nombres curiosos, tales como La anticipación por la llegada de un nuevo amante, La culpa es de mi madre, La culpa es de tu madre, o Disparadles más tarde.

La nave Sleeper Service es "excéntrica" y va por su cuenta. Se dedica a reproducir escenas de batallas antiguas, y ofrece un pasaje a quienes quieran estar en animación suspendida, y al mismo tiempo formar parte de esas escenas como extras. Pero también lleva una pasajera consciente, para la que ha construído una torre frente al mar y un mundo acuático que explorar, mientras ella mantiene un embarazo de cuarenta años. Las razones de todo esto se explicarán en la parte final.

La Excesión del título es una esfera de materia desconocida que ha aparecido orbitando una estrella. Las mediciones indican que está anclada al hiperespacio tanto por "arriba" como por "abajo", lo que indica que podría servir para viajar entre universos. Toda la galaxia quiere conseguir ese poder para poder seguir existiendo aunque este universo llegue a su final, pero al mismo tiempo teme que ese objeto de tecnología tan avanzada sea capaz de destruirlos con la misma facilidad con la que Cortés y Pizarro acabaron con aztecas e incas.

Es un argumento que podría haber sido usado en un episodio de Star Trek. En lugar de eso el protagonismo pasa a las maquinaciones de las naves, y de la sección de Circunstancias Especiales, que son capaces de cualquier cosa por sucia que sea para mantener la utopía. Unos alienígenas de costumbres desagradables (su cultura se basa en la tortura) entran en juego. Los personajes humanos buscan sus propios objetivos hedonistas en una sociedad en la que no es necesario trabajar para vivir, y a veces parecen una panda de adolescentes preocupados sólo por el sexo y ser "populares" entre los suyos.

estos son los bichos cabroncetes

La novela avanza lentamente porque se pasa más de la mitad "creando tensión" y poniendo las piezas en su sitio. El lector no se entera de nada de lo que realmente está ocurriendo, pero encuentra pasajes interesantes. Al final las naves empiezan a lanzarse misiles de plasma y antimateria colapsada, mientras los humanos recuperan un poco de protagonismo con una historia de amor que explica lo del embarazo tan largo. Por un momento parece que la Excesión va a quedar sin explicación, pero en la última página se aclara su naturaleza.

Así pues, una novela más de intriga y ambiente que de personajes, pero que acaba valiendo la pena. ¿Llegará algún día tan lejos la tecnología? ¿Conseguiremos la utopía? Y si la conseguimos ¿Nuestras vidas serán como películas de instituto mientras las máquinas se ocupan de hacer todo lo que hasta ahora hemos considerado "importante"?

Otras novelas de la Cultura comentadas en este blog:

Look to Windward

Pensad en Flebas

El uso de las armas

El jugador

Materia

1 comentario:

Anónimo dijo...

La tienes en castellano publicada por La Factoria de ideas en su colección Solaris ficción Nº 44, la primera edición en 2004. La traducción de Manuel Mata Alvarez es buena y refleja el humor de este escoces cabroncete que es Iain M Banks a pesar de la dificultad SyFy. Buena página la tuya.