Mi generación estuvo en la guerra del Vietnam. No físicamente, desde luego, porque la guerra ya había acabado antes de que llegásemos a la edad de reclutamiento, pero sí en un sentido espiritual y cultural.
Los yanquis perdieron la guerra y trasladaron el trauma a la ficción. Como colonia de EEUU recibimos su propaganda, y muchos varones preadolescentes soñaban con ser Boinas Verdes y adentrarse en la jungla a disparar a los charlis con un M16.
En el plano musical vamos a visitar algunos daños colaterales de esa guerra.
Primera parada, 1966, la balada de los Boinas Verdes. A continuación la versión original, aunque pueden encontrar una versión en español aquí: Ballad of the green berets - RARE VERSION IN SPANISH
Era la primera fase de la "operación policial" de EEUU en el sudeste asiático, en la época en la que John Wayne podía hacer una película patriótica sobre el tema y parecía tan limpia moralmente como un western.
La segunda parada es Woodstock. Aquí ya tenemos oposición al reclutamiento forzoso, entre los asistentes al concierto habría jóvenes que podían ser llamados a filas.
La canción es de 1967 y el concierto de 1969. Jipis melenudos que no quieren ir a matar amarillos ni volver en ataúdes. Una actitud francamente antipatriota.
De este género de las canciones protesta hay abundancia de ejemplos. En aras de la brevedad no pondremos ninguno más. Baste con decir que el sentimiento contrario a la guerra iba creciendo, con sus manifestaciones, los que huían a Canadá para no ser reclutados, los testimonios de atrocidades cometidas por el ejército yanqui, la cantidad de soldados muertos...
Y la guerra acaba en 1975. Los veteranos sufren problemas, el país sufre una crisis de autoestima, y el cine nos recuerda lo mala que es la guerra. Hasta que los patriotas recuperan poder político y mediático para volver a su discurso original, la guerra era necesaria y perdimos por culpa de políticos que no nos dejaron ganar. O, por el lado más moderado, centrarse en que los soldados eran pobres chavales metidos en un jaleo a la fuerza o engañados, inocentes que estaban ahí esquivando balas (bueno, y matando un poco, pero a desgana y sin maldad).
Es cuando en las colonias vamos mamando esta cultura guerrera y sus historias de ex-combatientes, "Rambo", "Desaparecido en combate", incluso "El equipo A". Todos los héroes de acción han luchado en Vietnam, es donde se han convertido en hombres de verdad y aprendido todo lo que saben.
Es el momento en el que puede aparecer una canción sobre un marine que regresa de la muerte para ayudar a sus compañeros, "Camouflage" (1986). Una rareza divertida y épica que ofrecemos a continuación. Jungla, charlis, armas encasquilladas, napalm, y balas que vienen con tu nombre.
Los años 80 pasan y los veteranos cada vez son más viejos. Y como suele decirse, "Comedia = Tragedia + Tiempo". Se pueden hacer parodias como "Hot Shots 2", y en el plano musical lo del Vietnam ya sólo da juego para cosas como "Rambo Total" (1996), donde un imitador de Rambo nos informa de que tiene miedo, esto es un infierno, y no siente las piernas.
Como nota final, recordar que Rambo nunca dijo "No siento las piernas" sino que cuenta cómo a un amigo le volaron las piernas y no las encontraba. Y con esto acabamos, espero que les haya entretenido y recuerden que allí en Vietnam estuvimos todos de una forma u otra. Y fue muy duro, pero a veces deseamos volver por unos instantes. Allí manejábamos millones de dólares en equipo y aquí no nos dan empleo ni de lavacoches.
18 mayo 2018
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