16 junio 2018

Dos en un burro

Una de las historias del conde Lucanor, escrita en el siglo XIV, es la de "Dos en un burro". Suponemos que historias parecidas se escribieron en otras épocas y lugares, pues aluden a la naturaleza humana, la cual no presenta variaciones espacio-temporales.

¿Por qué recordarla ahora? Bueno, ejemplos no nos faltarían para acordarnos de ella, basta con entrar en redes sociales y ver cómo se ataca a algunas personas digan lo que digan. Y da la sensación de que son críticas que lo único que persiguen es hacer la crítica, sin un criterio coherente detrás, o haciendo suposiciones sobre lo que realmente ha querido decir. El hecho de criticar parece otorgar una suerte de superioridad moral: "Yo critico porque tengo el poder (y la obligación)". O bien se critica a alguien que te cae mal haga lo que haga, una cosa o la contraria.

El resumen de "Dos en un burro" es como sigue:

Un hombre y su hijo tienen un burro y deciden ir al mercado a comprar unas cosas, llevando el burro para traerse la carga. Al principio van a pie y el burro no lleva carga alguna, y cuando se cruzan con la gente todos murmuran "Mira que tontos que llevan el burro descargado y ellos van a pie". Deciden que el hijo vaya a lomos del burro para evitar las críticas, pero las siguientes personas que encuentran murmuran "Mira el joven en burro y su padre que es mayor a pie". Deciden cambiar y se sube el hombre mayor al burro y la gente dice "Mira el padre subido al burro y el chiquillo que no tiene apenas fuerzas condenado a caminar". Deciden subirse los dos al burro y el comentario pasa a ser "Mira esos dos maltratando al pobre burro que está tan flaco y no puede con ellos".

La moraleja viene a ser que hagas lo que hagas no se puede contentar a todo el mundo.

Dan ganas de preguntar "Bueno ¿Y qué haríais vosotros que tanto os gusta criticar?"

Y es una pregunta que podríamos hacer también a algunos críticos de obras de ficción. Que a lo mejor es la razón que me ha impulsado a escribir todo esto, aunque la sociológica sería motivo suficiente.

Hace un tiempo estaba reflexionando sobre los clichés de personajes ficticios (por ejemplo, la banda de cinco, donde cada personaje de los cinco cumple un rol muy determinado para dar flexibilidad al grupo) y sobre el concepto de "personaje femenino fuerte", sobre todo acerca de la crítica hacia algunos de estos personajes de que "en realidad son un personaje masculino al que han cambiado de sexo". La verdad es que este último cliché suena un poco raro, uno no sabe si tienen razón o todo lo contrario por juzgar que una mujer no puede comportarse de cierta manera sin dejar de ser mujer.

Y después encontré un artículo sobre clichés de personajes femeninos que horrorizaban a la autora o autoras del artículo. No recuerdo cuantos clichés eran, tal vez 18, pero daba la sensación de que estaban describiendo a todos los posibles personajes, y ninguno les parecía bien.

Ya sé que no van a leer este artículo, pero vamos, estaría bien que hicieran una recopilación de los clichés que sí les gustan. Porque las críticas, cuando son tan extensas y no ofrecen un contrapunto a lo criticado, dan la misma sensación que los que murmuraban sobre los dos tipos y el burro.

1 comentario:

Doctor Zayus dijo...

Vale, al final he buscado el artículo:

https://www.buzzfeed.com/beatrizserranomolina/cliches-femeninos-cine?

Sí, eran 18. No digo que no tenga razón o gracia en muchas cosas, pero sin contrapuntos sigue dando una pobre impresión de que nunca encontrará algo que le parezca bien.