13 marzo 2011

¿Nos dirigimos hacia una nueva Edad Oscura? (3)

Como vimos en los artículos anteriores el Imperio Romano aguantó bien un siglo después de terminar su fase de conquistas, y luego tuvo una crisis de 150 años sin llegar a perder grandes batallas. Otros imperios no aguantaron ni una décima parte de lo que estaba durando Roma. Aunque la capital ya no era Roma; tras la partición de Teodosio la capital de Occidente era Rávena, y la de Oriente era Constantinopla.


A estas alturas del año 400 el balance negativo de la situación era: desforestación de parte de Europa, minería al aire libre, cosechas escasas, indicios de cambio climático, epidemias, pillaje por parte del ejército, pillaje y matanzas por parte de bárbaros, una guerra de siglos contra los persas, exceso de plomo en alimentos y vino, extinción de especies (león europeo, elefante norteafricano) por su caza... En lo positivo, la arqueología ha comprobado que la gente común no estaba mal alimentada. La descentralización económica del imperio había paliado la situación de las masas en las épocas de crisis.

El cristianismo no hizo más pacifista a la gente, como nunca lo ha conseguido ninguna religión. Por ejemplo cuando los mongoles se convirtieron al budismo dejaron de ejecutar gente cortándoles la cabeza, eso sí, pero se les ocurrió que les podían cortar los tendones de los tobillos y abandonarlos en el desierto.

Los romanos seguían siendo aficionados a los espectáculos de gladiadores. En el 404 hubo un monje que protestó por la carnicería y saltó a la arena para detenerla. El público cristiano lo apedreó hasta matarlo. Esta muerte, en cambio, sí que provocó una ola de indignación y se prohibieron los juegos. También supuso un ahorro al erario público. A partir de entonces las carreras de cuádrigas fueron el deporte rey.

El paganismo no había desaparecido. A pesar de ser el cristianismo la religión oficial en el Imperio, a lo largo de los siglos IV y V tuvo que luchar para imponerse, y su presencia era mayor en las ciudades que en el medio rural, que siempre es más apegado a las tradiciones. El clero cristiano fue haciendo fuerza contra los filósofos y profesores paganos de la escuela pública, promoviendo la educación privada en centros religiosos, con el resultado de que la población general cada vez era más analfabeta. La situación de la mujer empeoraba cada década.

Hipatia muere en el año 415

Los altos funcionarios de esta época eran eunucos, esclavos castrados es su infancia, elegidos para puestos de confianza porque al no poder reinar ni tener hijos no conspirarían para usurpar el trono. Aún así participaban de muchas conspiraciones y gobernaban en lugar de emperadores débiles. Lo mismo sucedió con varios generales, romanos o de origen bárbaro, que fueron nombrados tutores de emperadores niños y guiaron su política en beneficio personal, en ocasiones casando a sus hijas con los emperadores.

El cristianismo nunca se opuso a la esclavitud (ni siquiera en sus inicios); era algo natural y las iglesias tenían muchas tierras y muchos esclavos que las cultivaban. El emperador dejó de ser divino y "Pontifex Maximus", pero se convirtió en "Vicario de Cristo", "Regente de Dios en la Tierra", e "Igual a los apóstoles". La ofensa al emperador era blasfemia.

El 31 de diciembre del 406 se heló el Rhin. Este detalle hizo posible que cientos de jinetes bárbaros lo atravesaran sin necesidad de puentes, burlando la vigilancia romana. Los suevos, alanos, y vándalos llegan a Hispania y sur de Galia. El emperador de oriente nombra general romano al rey de los visigodos y le encarga derrotar a los invasores a cambio de gobernar esas tierras en su nombre. Los visigodos triunfan (tras saquear Roma en el 410), dejando un reino suevo en el noroeste de la península ibérica y expulsando a los restos de alanos y vándalos, que mediante una serie de pactos, traiciones, y batallas, se apoderan del norte de África.



Los bárbaros eran peligrosos en la batalla a campo abierto, pero por su ignorancia de la ingeniería eran una nulidad en cuanto a tomar ciudades o protegerlas. Sólo las tomaban mediante engaños, suerte, o rendición sin lucha de la población aterrorizada. Y una vez establecidos en ellas dependían de los romanos para mantener las murallas. Los germanos admiraban muchas cosas de los romanos, pero no querían que sus hijos estudiasen; argumentaban que si un germano aprendía a temer la vara del profesor siendo niño, de adulto no mostraría valor frente a las lanzas enemigas.


Durante el siglo V tenemos los pillajes de Atila y su confederación de hunos y germanos. Odoacro, hijo de un general de Atila, acabó siendo líder de los mercenarios al servicio del emperador de occidente. Hasta que un día decidió que en lugar de gobernar en la sombra podía deponer al emperador, hacerse nombrar rey de Italia, y repartir las tierras estatales (un tercio del total, el otro tercio era de la Iglesia, y el restante estaba en manos privadas) entre sus soldados. Este hecho, acaecido en el 476, es el que los historiadores os han dicho que supone "La caída del Imperio Romano" cuando en realidad el Imperio seguía existiendo. El emperador de oriente se enfadó y envió a los ostrogodos a deponer a Odoacro y administrar Italia en su nombre del mismo modo que los visigodos administraban Hispania. Así se hizo, y los ostrogodos se apropiaron del lote de tierras.

Los bárbaros eran numéricamente muy inferiores a los romanos, pero todos los varones adultos participaban de la guerra. Los hispanos eran 5 millones. Los visigodos eran 300.000, pero una quinta parte de ellos (60.000) eran capaces de hacer la guerra. Aparte de ser más flexibles a la hora de distribuir sus fuerzas, al convertirse en el ejército oficial de Hispania pudieron invocar la ley romana que hacía ilegal que los civiles portasen armas, de modo que una revuelta hispanorromana era imposible. Así pues, cuando vemos "Reino visigodo" en el mapa resulta que sólo eran visigodos los militares y sus familias, pero eran los que detentaban la mayoría del poder político junto con algunos aristócratas locales y obispos católicos (siendo arrianos los godos).

Con el tiempo la minoría visigoda cambió su idioma y su religión, adaptándose a la mayoría. Acabaron hablando latín y siendo católicos. La herejía arriana desapareció, junto a las lenguas góticas. En Britania, sin embargo, la retirada del ejército romano supuso la desaparición del latín y un retorno temporal del paganismo. El siglo V supuso para el Imperio la pérdida de control de la mitad de su territorio.

Arturo era romano

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