Itay Gil les da un paseo por callejuelas de Jerusalén y les explica que en una pelea es probable que el atacante esté tan cercano que no podamos darle una patada; habríamos de usar codos, rodillas, meter dedos en ojos... Entran en un gimnasio y ven una demostración en la que un tipo rechaza a varios atacantes que se le echan encima con cuchillos de plástico. Y los atacantes son los que llevan protecciones. Esto no se parece a nada que Jason y Bill hayan visto hasta ahora.
Pero primero hagamos un repaso a lo que nuestros dos presentadores han vivido hasta la fecha:
Estilo | Quien lucha | resultado |
1. Muay Thai | Jason | pierde |
2. Eskrima | Jason | pierde |
3. Karate | Bill | empate |
4. Savate | Bill | empate |
5. Judo | Jason | pierde |
6. Pankration | Bill | pierde |
Bueno, no han ganado ningún combate pero se han sabido defender luchando contra profesionales y han hecho un papel más que digno. Son buenos luchadores. Si esto fuera una película en lugar de la vida real y un maloso se les echara encima con un cuchillo, está claro lo que pasaría, ¿no? lo hemos visto en el cine: dos patadas y el maloso cae inconsciente. El problema es que estamos en la vida real...
Jason probará primero contra un tipo que lleva un cuchillo de plástico y protecciones. Jason le da una patada que sólo consigue alejarlo y se lleva una docena de cuchilladas. El profesor le dice que puede que sea muy bueno en el ring pero no sabe nada de defensa personal. Es el turno de Bill; intenta agarrar el brazo del cuchillo pero se acaba llevando lo mismo que Jason.
Después se colocan las protecciones y se pasan un rato luchando. Nada de lo que conocen les ayuda. No consiguen desarmar al atacante ni neutralizarlo sin llevarse varios golpes mortales.
La segunda parada es la base secreta del ejército israelí. Itay les enseña a bloquear de verdad y atacar con el mismo movimiento.
Sin solución de continuidad aparecen en el gimnasio de la Federación de Krav Maga, y nos presentan al instructor Eyal Yanilov. Los alumnos están golpeando el tatami con los codos y no paran de moverse. Jason prueba un entrenamiento; se tumba boca arriba en el suelo y le atacan entre varios con escudos acolchados hasta que consiga abrirse paso y escapar. El entrenamiento no es sobre una técnica concreta si no para aprender que gran parte de la defensa consiste en agredir para salir de ahí.
En exteriores entrenan una serie de bloqueos. Lo siguiente es defenderse de un estrangulamiento.
En Megido hacen un paseo por el Valle de Armagedón, y después aprenden a desarmar a alguien que les ponga una pistola en el pecho. Y luego si se la ponen en la cabeza. No lo hagáis en casa, niños. Después un poco de Historia, que para eso estamos en el History Channel; el origen del Krav Maga está en la resistencia contra los nazis.
Luego el ejército les enseña a usar un rifle M16 en combate cuerpo a cuerpo. Jason y Bill se visten de soldados israelíes y pasan por un campo de entrenamiento de donde les salen atacantes sorpresivos que les golpean con un saquito.
Siguiente parada: Masada. Más entrenamiento al aire libre con un nuevo maestro y más gente. Pronto pasan a defenderse de dos atacantes a la vez.
La prueba final es en la base secreta. Uno de ellos se enfrentará contra un grupo de comandos anti-terroristas que han entrenado 4 horas diarias durante 6 meses. Itay les explica que se enfrentarán a múltiples atacantes desde varias direcciones y con armas distintas. Jason es el elegido. Reglas: no atacar a los ojos, no romper dedos, no dar patada lateral a la rodilla, ni golpe directo a los genitales. Jason derriba al primer atacante con cuchillo, derriba al segundo, el tercero consigue alcanzarle una vez en el abdomen. El siguiente le amenaza con una pistola en la cabeza y se la consigue quitar. Otro le ataca por la espalda, pero también consigue derribarlo. Le quita la pistola a otro más. Dos atacantes a la vez, uno con cuchillo y otro con porra. Derriba dos más, y uno nuevo le apuñala por la espalda por sorpresa. 14 ataques y sólo ha recibido dos golpes.
Jason ha pasado la prueba, más o menos. No nos dicen si ha sido un éxito o no, pero vamos a darlo por bueno, que ya es hora, con lo que han sufrido los pobres.
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