03 diciembre 2009

Human Weapon 1: Muay Thai

"Human Weapon" es una serie documental del History Channel. Por lo tanto combina sabiduría y macarreo, lo que a mí me gusta. Cuenta con dos presentadores:

  • Jason Chambers: un luchador con experiencia. Mide 1.80 y pesa 76 kg. Instructor de Jeet Kune Do y cinturón marrón de Brazilian Jiu-Jitsu. Ha participado en combates de MMA (mixed martial arts, un concepto cercano al vale-tudo), ganando 18 (5 por KO). Tiene buena planta y quiere ser actor. Está bien preparado, es ágil, y aprende rápido.
  • Bill Duff: un tipo que mide 1.92 y pesa más de 120 kg. Miembro del equipo de lucha libre de su instituto, jugador profesional de fútbol americano. Su técnica de lucha se basa en ser grandote y fuerte, aunque le falla la agilidad.
Y el programa consiste en que ambos presentadores se entrenarán en un arte marcial diferente en cada entrega, viajarán a los lugares en donde mejor se pueda aprender (incluyendo junglas, templos, y barrios marginales), nos hablarán de la historia y cultura del arte marcial y del país, haciendo un poco de turismo, y finalmente cuando estén preparados uno de ellos se enfrentará a un experto en ese arte marcial en un combate reglamentado. Esta fase final puede acabar bien o mal, según lo experto que sea el rival y lo que hayan aprendido. La idea del programa es de lo más genial.

Muay Thai

El primer programa nos lleva a Tailandia. Vemos combates reales de muay-thai. Después de eso no podemos volver a ver Kickboxer de Van Damme como otra cosa que una chorrada edulcorada.

Nos presentan el muay-thai como la ciencia de los ocho miembros, ya que permite golpear con pies, rodillas, puños, y codos. Nos muestran una animación por ordenador de los golpes básicos y nos cuentan que un pergamino data este arte marcial desde al menos el año 1411. Para hacernos una idea de la importancia del muay-thai en la cultura tailandesa nos informan de que existen 65.000 luchadores profesionales, que empiezan a entrenar a los 6 años, 6 horas diarias, 6 días a la semana, y combaten en el ring a partir de los 8 años.

Después de asistir a una rápida sucesión de combates reales, tan alejados del rollo Hollywood, nos cuentan que lo de ponerse cristales en los puños es un mito. Nos advierten de que a pesar de seguirse unas reglas los accidentes pueden ocurrir, y nos muestran uno de ellos en directo: Un luchador cae insconsciente, sangrando por la boca, y se lo llevan en camilla.

Un entrenador de 64 años, llamado Kru, les buscará un adversario para el test final. El tipo en cuestión lleva 70 victorias y 12 derrotas a sus espaldas. Pesa poco, pero lleva toda la vida entrenando y sus tibias deben de ser duras como el acero.

Comienza el aprendizaje de los dos presentadores. Lo primero es la patada giratoria. Genera tanta energía como el golpe de un bate y es relativamente sencilla de ejecutar. Van al gimnasio y practican. Después se dan un garbeo por una escuela militar, a ver cómo se entrena el ejército tailandés. Como los ven rompiendo ladrillos de cemento, Bill Duff se apunta al tema y rompe uno con la palma de la mano. Luego deciden practicar los codazos en ese mismo lugar.


La cosa sigue con un poco de turismo y viajan a un templo budista. Por supuesto, ahí también se ofrece entrenamiento, incluso con armas de filo, ya que las artes marciales tailandesas son algo más que patadas en un ring. Aquí practicarán el rodillazo. Bill se queja de que todos los oponentes que ha encontrado le parecen más rápidos que él.

Desde allí viajan a un templo del dios mono para aprender la técnica del puño de Hanuman. Es un uppercut con los dos puños que se les antoja un poco lento en preparación para usarlo en el ring. Después se pasean por otro gimnasio, donde ven la habitación donde duerme un auténtico campeón y que sólo se puede definir como tercermundista. Allí entrenarán el rodillazo con salto, y luego harán un combate con sparring.

Para finalizar se van a la jungla, donde les espera algo que puede describirse como "campamento ninja". Allí tenemos a un maestro que enseña el verdadero y tradicional muay-thai, que es más bestia de lo que se ve en el ring. Por supuesto, acabarán rompiendo un árbol a base de darle con la espinilla y los codos.



Lo siguiente es la lucha final. Kru elige a Jason, ya que Bill pesa el doble que su campeón. Hay una ambulancia preparada. Son tres asaltos de cinco minutos.

Jason se lleva la del pulpo. Recibe patadas altas que consigue bloquear, cuando le lanza una al adversario este le agarra la pierna y lo derriba. En el segundo asalto se agarran y se lían a rodillazos. El rival esquiva el rodillazo volador de Jason, y luego le mete una patada en el pecho. En el tercero aparece algún puñetazo, pero Jason sigue recibiendo la mayoría de patadas. El árbitro pita el final y Jason ha perdido por puntos. Pero ha sobrevivido, algo que otros tal vez no habrían conseguido.

En el próximo episodio se van a Filipinas a aprender eskrima con bastones.

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