Una teoría sobre el descenso del crimen en EEUU es que la legalización del aborto reduce la delincuencia, porque los "hijos no deseados" serían más proclives a los actos anti-sociales, ya que habrían crecido en condiciones adversas.
El estudio serio sobre el tema (Donohue and Levitt) dice que los varones de entre 18 y 24 años son los más proclives al crimen, y dado que el aborto fué legalizado en 1973 (caso Roe vs. Wade) esto nos lleva grosso modo a que los hijos no deseados habrían alcanzado estas edades en los años 1991-1997. Los datos revelan que el crimen comenzó a descender en 1992 y cayó abruptamente a partir de 1995.
Después estudiaron los estados en los que se legalizó el aborto primero. Según esta teoría habrían sido los primeros en beneficiarse del descenso. Los datos volvieron a darles la razón. Un nuevo estudio sobre Canadá y Australia también encontró relación entre la legalización del aborto y el descenso de la delincuencia. Los estados con mayor tasa de aborto eran los más seguros al cruzar los datos con la renta media.
Por supuesto los contrarios al aborto replicaron con estudios propios, unos encaminados a criticar este estudio como mal realizado, y otros más ambiciosos dedicados a demostrar que el aborto provoca más delincuencia. Y es que la estadística sirve para decir lo que queramos que diga, y encima hay gente que primero tiene una teoría y luego busca datos que le den la razón en lugar de estudiar primero los datos y luego sacar conclusiones.
Tanto el primer estudio como los posteriores a la contra vienen realizados por personas que tenían una teoría previa y una motivación política. Al final el estudio de Donohue y Levitt tuvo que ser corregido y los autores concluyeron que la influencia del aborto era la mitad de lo que ellos habían estimado. Al fin y al cabo, uno no se vuelve criminal sólo porque su madre quiso abortar y no le dejaron, pero el que una mujer quiera abortar porque no puede hacerse cargo de un hijo está relacionado con las causas económicas que pueden dar lugar a una mayor delincuencia. Se echa de menos un estudio como el de Marvin Harris sobre cómo las ayudas a las madres solteras favorecieron que muchas mujeres tuviesen como única fuente de ingresos el tener hijos de distintos padres y malvivir en un guetto.
Levitt y otro colega suyo llamado Dubner sacaron un libro titulado Freakonomics, dedicado a aplicar las teorías económicas a asuntos sociales más complejos, con conclusiones que a primera vista son tan sorprendentes como la del aborto, pero que tratadas con más profundidas suenan perfectamente lógicas. Un capítulo detalla este tema, y también hay otro dedicado a la economía del tráfico de crack (titulado "Por qué los traficantes de crack siguen viviendo con sus madres?"). El libro está en castellano y es curioso de hojear. Se prepara una secuela con nuevos estudios titulada Superfreakonomics.
Pero claro, luego apareció un economista conservador (John Lott) con un libro de respuesta a estos economistas progres, y lo tituló Freedomnomics. Emplea un capítulo a decir que el aborto aumentó la delincuencia, así como la inclusión de cuotas de mujeres y minorías en la policía. Y propone que haya más pena de muerte y que los ciudadanos salgan a la calle con armas escondidas. El resto lo emplea en alabar el libre mercado, la industria farmacéutica, y las petroleras.
En conclusión, esta gente debería dejarse de política y de emplear datos para justificar ideas previas, pero el estudio de las condiciones materiales que dan lugar a determinados comportamientos es interesante.
03 diciembre 2009
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